José Antonio Meade rechazó categóricamente ser el autor de los aumentos en los precios de las gasolinas y aseguró que los “gasolinazos” respondieron a las reglas del libre mercado.
El precandidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, acusó al precandidato priista, José Antonio Meade, de haber autorizado los llamados “gasolinazos” como parte de su labor al frente de la Secretaría de Hacienda.
“Él es el responsable del gasolinazo, hay que recordar que el gasolinazo del año pasado ocurrió justamente cuando él era secretario de Hacienda y lo vimos en todos los noticiarios de televisión y de radio defendiendo el gasolinazo”, señaló Anaya.
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De gira por Torreón, Coahuila, Anaya destacó que Meade Kuribreña debe “dar la cara por lo que se hace”, además de afirmar que él fue el responsable de los aumentos a los precios de los combustibles en México que se registraron el año pasado.
“Estamos viviendo la inflación más alta prácticamente de los últimos 20 años, este aumento generalizado en los precios, muy reflejado ahora en los precios de la tortilla, la gasolina, el gas, lastima de manera muy importante la economía de las familias, el bolsillo de la gente. Es parte del desastre de este gobierno priista”, acusó Anaya al ser cuestionado sobre la cuesta de enero y el alza de los precios.
Meade responde
Tras las acusaciones de Anaya, José Antonio Meade rechazó categóricamente ser el autor de los aumentos en los precios de las gasolinas y aseguró que los “gasolinazos” respondieron a las reglas del libre mercado.
“El precio de la gasolina se determina internacionalmente, y fluctúa con las condiciones de costo”, aseguró ayer el político durante su gira por Aguascalientes, donde se reunió con la clase política del estado.
A principios del año pasado, los precios de la gasolina se dispararon hasta un 20%. Meade se desempeñaba entonces como secretario de Hacienda y promovía el plan el plan de liberalización de los precios de los combustibles del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
La administración federal aseguró que los recursos públicos eran insuficientes para seguir subsidiando los precios de los combustibles, por lo que se decidió que éstos fluctúen con base en los precios internacionales. Cabe destacar, sin embargo, que tras la medida, el Gobierno subsidia las gasolinas a través de los impuestos que cobra.
Con información de El Financiero
