Los retos geográficos que debe enfrentar cualquier aeropuerto en CDMX

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La geografía de la Ciudad de México representa en sí misma un desafío que debe ser tomado en cuenta en cualquiera de las dos opciones.

La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se enfrenta en estos momentos a un destino incierto. El último domingo de octubre se llevará a cabo una consulta nacional promovida por el gobierno entrante en la que millones de mexicanos decidirán si se continúa la construcción o se acondicionan dos nuevas pistas en la base aérea de Santa Lucía.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho claramente que está a favor de la cancelación de las obras (lo que implicaría pérdidas por miles de millones de pesos), sin embargo, el NAIM no sólo ha enfrentado tormentas políticas.

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Considerado como el proyecto de infraestructura más ambicioso y complejo que se ha realizado en el país en las últimas décadas, el diseño y su construcción se han obstaculizado por grandes desafíos técnicos, aeronáuticos, de ingeniería e incluso geográficos.

El reto de un aeropuerto en la Ciudad de México

Continuar con la construcción del NAIM en Texcoco u optar por la opción que propone Obrador, habilitar dos pistas nuevas en Santa Lucía, conllevarían costos de miles de millones de pesos, aunque a la larga, presume el gobierno entrante, la edificación y mantenimiento de la segunda opción sería menos costosa.

Pero no sólo el factor económico debe ser considerado en la decisión del próximo aeropuerto. Según rescata un reporte de la BBC, la geografía de la Ciudad de México representa en sí misma un desafío que debe ser tomado en cuenta en cualquiera de las dos opciones.

La capital del país está rodeada en el suroeste por dos volcanes: el Popocatépetl (activo), que alcanza una altitud de 5.400 metros sobre el nivel medio del mar, y el Iztaccíhuatl (inactivo), con una cima a 5.230 metros, mientras que al suroeste se ubica la Sierra de Ajusco-Chihinauhtzin, con el volcán Xitle (inactivo, 3.100 metros) que tiene cimas montañosas de hasta 4.000 metros. Las montañas y los volcanes dificultan severamente los accesos aéreos a la ciudad.

“Hablamos de un 60 por ciento a 70 por ciento de zonas montañosas elevadas a su alrededor”, explicó a la BBC el analista de aviación Leonardo Sánchez, quien además es un piloto comercial.

Por este motivo, el actual AICM, en funciones desde 1963, opera con un solo corredor de aproximación (la ruta que siguen los aviones para descender).

“Los aeropuertos que no tienen ningún obstáculo (geográfico) pueden hacer dos o tres corredores, dependiendo del número de pistas que tengan y la distancia que haya entre pistas”, explica Sánchez, que pone como ejemplo a ciudades con gran flujo de vuelos como Atlanta, Londres, Pekín, París, Chicago o Nueva York, que tienen múltiples corredores gracias a las condiciones orográficas favorables.

En la mayoría de estos casos, sus puertos aéreos utilizan dos o tres pistas simultáneas (en las que aterrizan y despegan aviones al mismo tiempo), pero el AICM solo cuenta con dos pistas que no pueden operar de manera simultánea.

Por si esto fuera poco, la altura de 2.250 metros sobre el nivel del mar a la que se ubica Ciudad de México también hace que el aire sea más liviano, lo cual es un factor a considerar para la operación aeronáutica.

Un aeropuerto a punto de reventar

Con el destino del NAIM en vilo, los expertos se muestran  de acuerdo en una cosa: el AICM superó su capacidad máxima hace veinte años.

Actualmente, da servicio a 47 millones de pasajeros, casi un 50 por ciento por encima de su capacidad máxima de 32 millones. En su fase inicial, el NAIM proyecta tener tres pistas en operación simultánea y atender hasta 70 millones de pasajeros en su fase inicial que entraría en operaciones en 2020.

López Obrador se ha mostrado en desacuerdo con esta obra, no sólo por un costo que ha aumentado dramáticamente desde lo proyectado inicialmente (así como frecuentes retrasos en las obras), sino por el impacto ambiental sobre la zona lacustre en la que se ubica la construcción en el lago de Texcoco.

Hace dos semanas, Obrador presentó un dictamen técnico sobe el NAIM. Destacó que un estudio realizado por la consultora MITRE consideró la construcción en Texcoco más viable que su propuesta de acondicionar la base aérea en Santa Lucia.

Sin embargo, el equipo técnico de Obrador ha insistido en que el análisis de la consultora no descarta la posibilidad de que haya dos aeropuertos (el AICM y Santa Lucía).

“MITRE informó que sí pueden operar ambos aeropuertos, pero con restricciones en el número de operaciones, lo que no permitiría superar el problema de saturación”, señaló el equipo del presidente electo.

Con información de BBC

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