¿Se vislumbra una posible tregua entre Estados Unidos y México en torno al tema migratorio? Al menos en el papel, y por el momento, todo parece indicar que sí.
Este martes, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dio a conocer que el gobierno estadounidense destinará 5.8 mil millones de dólares para promover el desarrollo económico de El Salvador, Honduras y Guatemala, los principales países centroamericanos desde los que cada año migran miles de personas que huyen de la violencia y la difícil situación económica.
Esta medida formará parte, además, de la ambiciosa Declaración conjunta entre México y EU sobre los Principios de Desarrollo Económico y cooperación en el sur de México y Centroamérica, un proyecto que busca impulsar el progreso y frenar la migración.
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“México y Estados Unidos hoy se comprometen a fortalecer y ampliar nuestra cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y en Centroamérica, para crear una zona de prosperidad”, señaló en un mensaje a medios el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La parte de México
Mientras tanto, como parte del acuerdo, el gobierno de México destinará para el sudeste de la región una cifra de 25 mil millones de dólares por los siguientes cinco años.
“Hoy anunciamos nuestro compromiso de promover una América Central y un sur de México seguros y más prósperos mejorando la seguridad, la gobernanza y la prosperidad económica”, escribió en su cuenta de Twitter Robert Palladino, vocero del Departamento de Estado de EU.
El vocero estadounidense también adelantó que su gobierno y México tienen la intención de adoptar un enfoque holístico y coordinado para frenar la migración ilegal en la frontera común.
“Estados Unidos se compromete a aumentar la canalización de proyectos hacia @opicgov [The Overseas Private Investment Corporation] si se identifican proyectos comercialmente viables en el sur de México y el triángulo del norte. También revisaremos los mecanismos y herramientas de financiación disponibles, incluidos el sector privado, los bancos multilaterales y los socios regionales”, precisó el funcionario.
De esta forma, el gobierno mexicano consigue una de sus primeras victorias diplomáticas y pone a su favor, al menos por el momento, al siempre impredecible Donald Trump.
Y es que el presidente estadounidense no ha tenido reparos a la hora de mostrar su posición en contra de la migración ilegal. Desde su campaña electoral, el republicano se hizo notorio por sus comentarios agresivos en contra de mexicanos y migrantes, lo que le valió roces importantes con el expresidente Enrique Peña Nieto.
Esa relación incomoda con el gobierno mexicano pareció tener un vuelco inesperado con el triunfo, en julio pasado, de Andrés Manuel López Obrador, con quien Trump ha mantenido lo que parece ser una relación cordial.
Ahora, los analistas se mantienen a la espera de comprobar si esta aparente tregua puede durar hasta el resto de la administración republicana en EU.
