¿Te enojas con facilidad, no puedes dejar de comer o de pronto te sientes desesperado y ansioso? Éstos podrían ser resultado de las acciones que eliges realizar. Conoce de dónde viene tu estrés.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El estrés es uno de los factores de riesgo que más contribuyen a la mayoría de las enfermedades crónicas de mayor incidencia en nuestra población. Situaciones como diabetes, cardiopatías, cáncer, molestias estomacales, problemas de sueño, enfermedades vascular cerebrales, trastornos psicológicos y muchas otras más, podrían ser evitadas si se mantuvieran niveles saludables de estrés.
El estrés es una reacción natural del organismo ante situaciones de alerta y de tensión, nos ayuda a estar prevenidos y a actuar con mayor eficiencia; México, sin embargo, concentra el numero más alto de personas con estrés agudo -aproximadamente el 75 por ciento de su población, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud- y los indices de atención medica se disparan a niveles que sobrepasan las capacidades del gobierno.
Todas las personas contribuimos, en mayor o menor medida, a los niveles de estrés que nos afectan día con día. Acciones como la dieta, hábitos de sueño o nuestra falta de organización, son factores tan influyentes como las horas que pasamos en el trabajo o el aglomeramiento de los servicios de transporte público que se vive cada mañana.
¿De qué forma elevo mis niveles de estrés?
1. Eres Desorganizado
Un ambiente desorganizado significa una mente desorganizada. De acuerdo con la profesional de cuidados psicológicos y profesor en la Universidad Estatal de California, la doctora Ramani Durvasula, “el desorden puede hacernos sentir acorralados y en completo caos y contribuir a la sensación de estrés”.
Una de las formas más sencillas de reducir el estrés es tomar el tiempo necesario para organizar, limpiar todo y desechar aquello que ya no uses o necesites. Pensarás más claramente en tu trabajo si realizas lo mismo con tu escritorio.
2. Dices sí a todo
Acceder a cada simple requerimiento que se aparece en tu camino, es uno de los caminos para llegar al estrés. Algunas personas se sienten comprometidas a decir que sí por culpa, mientras que otras piensan que no tienen elección en el asunto -cuando, de hecho, probablemente sí la tengan- “Decir sí demasiado puede resultar en demasiada presión, desgastar nuestros recursos y generar resentimiento, todas situaciones estresantes”, aclara la doctora Durvasula.
3. Te alimentas mal
Todas las papas fritas, los tacos y los pastelillos no te hacen ningún bien después de un largo día de presión. “Muchas personas usan la comida como un medio de sedar su propio estrés, lo que también afecta nuestra capacidad para trabajarlo”, explica Ramani; añade que sentirnos enfermos es ya de por sí estresante para el organismo y las malas decisiones alimenticias que tomamos solo empeoran todo.
4. No duermes
¿Eres de los que se quedan hasta tarde enviando mensajes a sus amigos? ¿Tienes una habilidad especial para mantenerte despierto viendo episodio tras episodio de tu serie favorita? Puedes estar sufriendo estresantes consecuencias por ello. Un estudio de la Universidad de Utrecht examinó el fenómeno de procrastinación de la hora del sueño -que significa que una persona demora el irse a dormir a su hora habitual sin ningún factor relevante que se lo impida (como insomnio, niños enfermos o ruido).
Saltarse el sueño puede provocar serias cantidades de cortisol y adrenalina, que te mantendrán al límite y te prepararan para un día de altos niveles de estrés.
5. No tienes una rutina
Empezar el día sin un plan, no solo vuelve las cosas más caóticas, también puede hacer que la tarea más fácil parezca como el mayor de los obstáculos. “La rutina pone nuestros pies sobre la tierra y ayuda a crear hábitos que nos harán más eficientes“ explica Durvasula, “conocer dónde se ubican las cosas y mantener aspectos que podamos anticipar nos ayuda a trabajar mejor con lo inesperado, la falta de rutina puede llevarnos a ser ineficientes, desorganizados e internamente caóticos.”
Por Diana Caballero.
