¡Típico! pensaste que te había ido bien la primera entrevista de trabajo, y te quedaste esperando a que te llamaran para un segundo encuentro… pero no fue así.
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Ser “bateado” en la primera entrevista de trabajo a muchos nos ha pasado, y tal vez seas el responsable de no obtener ese trabajo o tal vez no. El que no te den explicación alguna por la cual no te consideraron un buen elemento para ocupar la vacante, te hace preguntarte una y otra vez: “¿Qué hice mal?”
Tratando de ayudarte a contestar esta pregunta, El Semanario, te ofrece algunas pistas sobre los detalles que te impidieron avanzar en aquel proceso de contratación laboral.
¿Desesperado?
Tal vez estás muy necesitado de obtener ese empleo, sin embargo, lo último que quiere ver un reclutador es a un candidato desesperado.
Por ello, evita bombardear al encargado de las contrataciones con correos electrónicos y/o llamadas, pero también, evita caer en una imagen de arrogancia o desinteresado.
La apariencia
Las empresas están muy interesadas en su cultura corporativa por lo que, de no encajar en ella, es un riesgo para alejar aquella oportunidad.
Si te están entrevistando para un puesto ejecutivo, no vayas de jeans y camisa de mangas cortas, por otro lado, si te están entrevistando para una posición en una compañía de Internet, no acudas a la cita vestido de traje y corbata.
Interrupciones constantes
Por nerviosismo o por preparación excesiva comienzas a anticiparte a las preguntas de tu entrevistador. Por desgracia, si interrumpes constantemente durante la conversación, puede ser la última que sostengas con representantes de esa organización.
Sé paciente y recuerda esperar a que te formulen la pregunta antes de responderla.
Mucho entrenamiento
Dar la impresión de requerir mucho entrenamiento para la posición por la que estas aplicando podría ser otra de las causas.
A menos de que estés buscando una posición muy básica en la empresa, debes asumir que los entrevistadores buscan personas capacitadas, que cumplan una serie de requisitos.
Por lo que si tu estrategia es “explicar lo rápido que aprendo cuando me entrenan”, no te sorprendas si el proceso de la entrevista termina en la primera ronda.
Recuerda que el encargado de recursos humanos que con frecuencia está muy ocupado con su carga de trabajo, estará interesado en un elemento que le haga la vida más fácil, o más rentable, de manera rápida.
¿Interesado en los beneficios?
Al aplicar a una vacante, los beneficios que podríamos recibir por nuestro trabajo siempre los tenemos en mente. Pero guarda la pregunta “¿qué hay para mí?”, hasta que la organización demuestre interés real en ti o te haga una oferta formal.
Es mucho más fácil negociar después de que la empresa ha mostrado un interés claro, no antes.
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Ahora sí, ¿estás listo para intentarlo de nuevo?
