Durante los últimos días se ha viralizado un juego que pone en peligro la vida de las personas que lo intentan. En internet circula la historia de un niño que murió al jugar a ahorcarse con la finalidad de sentir euforia
Las redes sociales se han convertido en una herramienta importante para comunicarse y compartir historias con otras personas. A través de estas, también se difunden diversos retos que pueden ser peligrosos: jugar a ahorcarse es el nuevo fenómeno que cobró nuevamente la vida de un niño.
Un peligroso juego tiene en vilo a padres y tutores en Estados Unidos. El propósito del juego es ahorcarse para disminuir la entrada de oxígeno al cerebro y generar una alteración del estado mental.
Este juego viral ya cobró la vida de niño de 11 años en Carolina del Sur. El pequeño murió en su habitación tras una asfixia accidental con un cinturón de su uniforme, mientras jugaba a ahorcarse.
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La víctima fue Garret Pope, quien intentaba que su cerebro alcanzara la sensación de euforia, en la búsqueda de sensaciones similares a las que experimentan tras el consumo de drogas o alcohol.
El peligroso juego de ahorcarse ha estado presente en las dos últimas décadas a través de diferentes nombres. La meta es liberar la presión en el momento justo antes de desmayarse para sentir un tipo de euforia.
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Según reportó Fox News, Pope es uno de los 12 niños que han perdido la vida en los últimos años mientras participaban de este juego. Entre 1995 y 2007, ochenta y dos niños murieron de la misma forma.
La familia del niño ha decidido compartir su historia para alertar a otras familias de la moda llamada “el juego de los niños buenos”, y así evitar más trágicas muertes.
“Mi familia nunca había sentido un dolor así, y no queremos que nadie más tenga que pasar por lo que nosotros pasamos“, escribió el padre de Garrett en Facebook.
El afectado padre urgió a los demás padres que hablen con sus hijos acerca de los peligros del juego y que puedan “hacer todo para prevenir una tragedia similar“. “Él no sabía lo que hacía y cometió un error terrible“, escribió Pope.
De acuerdo con lo publicado en el Inquisitr News Worth Sharing, la madre de Garrett, habría escuchado del juego a través de un entrenador de fútbol de la escuela del niño. Cuando ella le preguntó a su hijo si sabía algo del juego, él le dijo que nunca había escuchado de eso.
“Si hablas con tus hijos y ellos dicen que no saben nada de ello, no lo dejes ahí. Edúcalos en saber que no es un juego y que puede matarte”.
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Una investigación conducida por la policía los llevó a concluir que el niño no habría hecho una búsqueda en internet para aprender cómo se juega este macabro juego, llevándolos a la conclusión de que lo habría aprendido de sus amigos, vecinos o compañeros de escuela.
La historia del niño que murió al jugar a ahorcarse ha sido compartida más de 1600 veces. La práctica de este juego puede producir lesiones cerebrales y la muerte de una cantidad significativa de células cerebrales.
Al menos 250 personas jóvenes mueren en Estados Unidos cada año jugando alguna versión del juego, según Juegos que los Adolescentes no Deberían Jugar (GASP por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que busca terminar con el juego. Sin embargo, es difícil tener estadísticas certeras porque muchos casos de muertes se califican como suicidios.
https://www.youtube.com/watch?v=hKl4H4aiTko
