Información y sistemas: revolución teórica de medio siglo

Lectura: 6 minutos

“No hay nada más práctico que una buena teoría,” afirmó justamente Kurt Lewin, autor de una teoría de campo que integra al individuo con su medio. En efecto, la teoría de la selección natural de Darwin, la teoría de la neurona de Cajal o la teoría de la relatividad de Einstein constituyeron modelos de enormes consecuencias, no sólo para la ciencia, sino para la cosmovisión y la cultura. Justo a mediados del Siglo XX aparece otro relámpago crucial en el horizonte del conocimiento, pues destellaron tres teorías que simultáneamente clarificaron otra manera de entender la realidad: la teoría general de los sistemas, la teoría de la información y la cibernética. A partir de su esplendor se reformula el problema que nos incumbe: el de la relación entre las actividades mentales y los procesos físicos, en particular, entre la mente y el cuerpo, o entre la conciencia y el cerebro.

Por los años 20 del siglo pasado, el bioquímico austriaco Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) interpuso una noción organísmica de la vida como alternativa a la controversia que enfrentaba a biólogos mecanicistas, que vislumbraban a los fenómenos biológicos como elaborados mecanismos físicos, con los vitalistas, que concebían un principio vivificante como ineludible para explicar la excitabilidad, sensibilidad y autonomía de los seres vivos. Bertalanffy postuló que los fenómenos vitales no se descifran por las unidades elementales que componen a las células y los tejidos, sino que emergen de sus interacciones. No sólo las células o los sistemas biológicos se ajustan a este postulado, sino que es aplicable a todo sistema natural organizado cuyo funcionamiento integra múltiples partes. Según la feraz teoría, un sistema es una totalidad, una entidad autorregulada, definible por su composición (los elementos que la constituyen), por su configuración (la disposición espacial de los elementos), por su estado (la relación funcional que guardan sus componentes en un momento dado) y por su proceso (la sucesión de estados en el tiempo). Además, en todo sistema ocurre una interacción con su medio ambiente (a su vez otro sistema) definible por intercambios de materia, energía e información que le permite constituirse en una unidad ordenada en contraposición con la ley física de la entropía o pérdida inexorable de orden. Ahora bien, al mencionar la información, ¿de qué estamos hablando?

Bertalanffy
El bioquímico austriaco emigrado a Estados Unidos, Ludwig von Bertalanffy, padre de la teoría general de los sistemas, hacia 1960.

Precisamente de este concepto trata la teoría de la información suscrita por Shannon y Weaver en 1949. Si bien en esta teoría matemática la información puede ser medida como el inverso de la desorganización, conocida en la física como entropía, el concepto vino a ser de creciente utilidad en las ciencias y en particular en las ciencias cognitivas que se gestaron en la década siguiente. Como revela la propia palabra in-forma-ción, ésta implica la forma de un ente, concebida por Aristóteles como su esencia, en contraste con la materia de la que está hecho. Podemos reconocer un rostro en la persona, en su retrato o en un busto, aunque la materia sea distinta. Las activides mentales se pueden considerar tipos de información que pueden ser procesados por cuerpos orgánicos, cerebros, computadoras o cualquier aditamento que sea capaz de entradas, transformaciones y salidas de información.

teoria sistemas
Modelo de un sistema adaptativo complejo derivado de la Teoría de Sistemas, el antecedente de la moderna transdisciplina de las Ciencias de la Complejidad. Nótese el papel central de la emergencia de propiedades novedosas gracias a la interacción de los elementos. ¿Es la mente una propiedad emergente del cerebro?

La información transcurre y discurre entre sistemas mediante procesos de comunicación, pues es engendrada y proyectada por un emisor, y decodificada por un receptor en el contexto de información irrelevante o ruido. La pieza de información compartida se concibe como una señal que corresponde a su estructura física y como un mensaje cuando la señal es comprendida. Todo ello constituye una manera diferente de aproximarse a la semiótica, desarrollada desde principios de siglo por Saussure y por Peirce y posteriormente por Humberto Eco, para dilucidar cómo se construye un significado.

Diagrama
Diagrama de un sistema general de comunicaciones, según Shannon. Tomado de Wikipedia.

La realidad misma puede ser entendida como un universo de sistemas organizado jerárquicamente en una cadena de niveles operativos, como es la de los sistemas vivientes de la Tierra: átomos-moléculas-células-tejidos-órganos-organismos-grupos-sociedades. Cada nivel constituye un sistema que surge y opera por la coordinación de los subsistemas que lo forman y se acopla ordenadamente con otros de su mismo nivel para conformar al suprasistema. La cadena jerárquica permite la emergencia de novedades distintivas del sistema en cuestión, como la valencia en el caso de las moléculas, la vida de las células, la función específica de los órganos, las actividades mentales del cerebro, la homeostasis de los organismos, la coordinación entre sentidos y conducta del organismo con su medio, la interacción social de grupos o la cultura de sociedades humanas. La progresión discontinua de capacidades informacionales, mentales y conductuales por el surgimiento de novedades requiere de plataformas y ciencias específicas del nivel correspondiente: física-química-biología-psicología-antropología-sociología.

gran cadena del ser
Dibujo de La Gran Cadena del Ser, tomado de Rhetorica Christiana (1579) de Diego Valadés. Puede ser tomado como antecedente del concepto de niveles o jerarquías de la existencia postulado por la teoría general de los sistemas.

Los sistemas como las galaxias, los ecosistemas, las personas o las moléculas químicas son estructuras de enorme complejidad, no sólo por su disposición intrínseca, sino porque su función global se debe a influencias que reciben de los elementos o subsistemas que los conforman, y que se denominan ascendentes, de abajo arriba (bottom-up), pero también de influjos descendentes, de arriba abajo (top-down), del sistema superior en el que se encuentran insertados. El caso que nos resulta más relevante es el de la persona humana en cuya conciencia y comportamiento influyen los subsistemas biológicos que la integran, las determinaciones del sistema socioecológico en el que se se inserta y la cadena causal de sus estados mentales y conductuales. Ésta es una metafísica que permite adoptar una noción monista, pues hay una unidad estructural y operacional de todos los elementos del cosmos, pero tambien una noción pluralista al aceptar que cada nivel de la realidad tiene su propia estructuración y normas funcionales. Es una ontología necesariamente histórica o procesal, pues todo el conjunto está en constante mudanza y transformación. Piaget decía que un sistema es una totalidad estructural que se enriquece por el juego mismo de sus transformaciones y se conserva por su autorregulación. Este último es un concepto central de la cibernética, con lo cual llegamos a la tercera gran teoría del medio siglo.

norbert wiener
Portada de la segunda edición de Cybernetics. Control and Communication in The Animal and The Machine, del matemático estadounidense Norbert Wiener.

En el libro fundador (Cybernetics or Control and Communication in the Animal and the Machine de 1948), el matemático Norbert Wiener (1894-1964) agradece la colaboración del neurofisiólogo mexicano Arturo Rosenblueth y define que la cibernética se ocupa de cualquier sistema en términos del flujo de información, en especial de los mecanismos capaces de autosostenerlo. Por ello, lo más significativo son los servomecanismos, los procesos de autorregulación del propio sistema y que le permiten adaptarse a su medio, pues un agente cibernético (del griego kybernetes, pilotear un navío) es un sistema de control que interactúa con su medio para maximizar sus objetivos. En el organismo biológico, la sobrevivencia, el desarrollo y la reproducción se hacen posibles mediante la acción coordinada con la percepción como servomecanismo que opera entre el organismo y el medio.

En la revolución teórica del medio siglo, la mente aflora como un tipo de información, asunto central de la ciencia cognitiva. La relación entre información y estructura parece otra forma de ponderar el problema mente-cuerpo para científicos y filósofos que empezaron a converger gracias a las tres estupendas teorías del medio siglo. Pero, ¿será verdad que la mente puede ser entendida cabalmente en términos de emergencia e información? Ya veremos.

Los contenidos de la columna Mente y Cuerpo forman parte del próximo libro del autor. Copyright © (Todos los Derechos Reservados)

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x