Los brasileños iniciaron el debate de la despenalización de la marihuana y otras drogas, de darse, se sumaría a Uruguay, Argentina y Chile, países que no tipifican su consumo como delito.
Brasil (elsemanario.com).- El país más grande de Sudamérica se suma a la lista de países de la región que debate sobre una posible despenalización de la posesión y consumo de algunas drogas, como la marihuana y la cocaína.
Esta discusión es motivada por un caso que data de 2009, cuando un recluso en una prisión de Sao Paulo fue aprehendido con tres gramos de marihuana, cargo que le fue sumado a los que ya tenía imputados; robo, venta de artículos robados y posesión ilegal de arma.
Dos años después, la oficina de defensores públicos de Sao Paulo presentó una apelación a su nombre, argumentando que la inclusión del cargo por posesión de drogas era anticonstitucional, debido a que violaba el derecho a la privacidad.
Esta semana la Corte Suprema de Brasil comenzó a debatir este caso que podría desembocar en la despenalización de la posesión de drogas para consumo personal, se prevé que la resolución final sea tomada en varios días más.
Las posturas son encontradas, al expresar una postura a favor de la despenalización, Dartiu Xavier da Silveira, médico de la Universidad Federal de Sao Paulo, recordó que en Sudamérica sólo las Guyanas y Surinam tratan el consumo de drogas como un delito, según información de AP.
De acuerdo con Rafael Custódio, coordinador de Justicia de la ONG Conectas, el número de presos en Brasil se ha multiplicado de forma alarmante. Advirtió que la actual legislación coloca a su país en un “vergonzoso cuarto lugar en la lista de mayores poblaciones carcelarias del mundo. (…) Hoy día, alrededor del 27% de los reclusos responde a algún delito de la Ley de Drogas”, dijo citado por El País.
En tanto, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo señaló, a la Agencia Brasil, que aquellos a los que se les arresta por posesión de drogas, a menudo “entran a la cárcel como consumidores de drogas y salen como traficantes”.
Por el otro lado, las posturas que ven como un riesgo la despenalización argumentan que esto podría desembocar en un auge del narcotráfico. De acuerdo con el magistrado Luis Roberto Barroso, el punto medular está en establecer los criterios posibles para hacer la distinción entre consumidor y narcotraficante. Opinión que comparte el juez Marco Aurelio Mello, quien recientemente dijo al diario Folha de Sao Paulo que un tema importante será distinguir esta situación.
Para Ronaldo Laranjeira, presidente de la Asociación de Sao Paulo para el Desarrollo de la Medicina, el mayor riesgo está en los jóvenes, pues “el único grupo en el que va a aumentar el consumo será el de los adolescentes, que estarán expuestos a más formas de drogas”, argumentó.
Actualmente, la ley brasileña establece la posesión o consumo de drogas como marihuana y cocaína como un delito, aunque en pequeñas cantidades se contemplan penas alternativas, como prestación de servicio comunitario.
Sin embargo, una de las mayores críticas a la legislación es que los usuarios de este tipo de drogas cuando son procesados, son acusados de ser traficantes y se les encarcela junto a presos peligrosos.
Hay países que han avanzado en esta legislación, en algunos estados de Estados Unidos se ha legalizado su uso en cuestiones médicas o en pequeñas cantidades, caso similar al que sucedió primero en Holanda.
En Latinoamérica, se destacan el caso de Uruguay, donde, desde 2014, se reguló la venta y la producción de marihuana. También en Chile, su Congreso empezó a discutir sobre el cultivo de marihuana para consumo personal.
De lograrse la despenalización en Brasil, se uniría a ejemplos sudamericanos en la materia como Uruguay, Chile, Argentina, Colombia o Venezuela que no tipifican su consumo como delito.
