Diversas organizaciones internacionales alertan que los refugiados en la frontera con Serbia viven condiciones inadmisibles tornando la situación aún más compleja debido a que el flujo de migrantes no disminuirá en los próximos meses.
Roszke, Hungría (elsemanario.com).- La oleada de refugiados que buscan pasar por Hungría viven momentos extremos, la situación ha superado por mucho a las autoridades que han recurrido a la violencia y a detener sus líneas férreas para intentar frenar el paso de expatriados que ven a ese país como la puerta de entrada para solicitar asilo en Europa Occidental.
Entre tanto la llegada de miles de personas que escapan de la violencia en sus países no deja de aumentar en territorio húngaro, las condiciones que viven son insostenibles: sufren maltratos y criminalizaciones.
Organizaciones internacionales alertan
Hungría abrió hace cuatro días un nuevo campo en Röszke con tiendas de campaña del ejército calefaccionadas y aproximadamente mil lugares para dormir, iba a reemplazar a un antiguo campo cercano en un complejo de contenedores. Sin embargo, ambos se encuentran repletos de gente.
Pese a las medidas para ofrecer condiciones mínimas de albergue a los refugiados en la frontera con Serbia, la misión de Médicos sin Fronteras (MSF) señaló que las condiciones en el campo son insostenibles.
“Es una catástrofe”, dijo la responsable de la misión de MSF en la ciudad cercana de Szeged. “El campo de refugiados de Röszke no es lo que se espera cuando se viene a Europa”, agregó subrayando que necesitan con urgencia ayuda organizada por lo que ya están dialogando con las autoridades húngaras.
Peter Brouckaert, director de emergencias de Human Rights Watch (HRW), denunció que los refugiados son tratados como animales. Además, la organización de derechos humanos instó a Hungría a mejorar su trato a las personas que cruzan la frontera pues, ante el esperado aumento de llegadas, la situación podría seguir empeorando.
En lugar de criminalizar a los refugiados, estos tienen que ser acogidos según los estándares básicos del humanitarismo, reclamaron organismos como el Comité Helsinki para los Derechos Humanos o Greenpeace.
Y es que la Oficina Centroeuropea de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que “espera que más gente llegue durante los próximos meses” a territorio húngaro. En un comunicado indicó:
El número de llegadas de ayer (martes) fue de más de dos mil 700 personas, con una media diaria de alrededor de dos mil personas desde el mes pasado”.
Policía húngara usa gas lacrimógeno contra refugiados
En los últimos días la policía húngara empleó gas lacrimógeno en la frontera con Serbia contra unos 150 refugiados que querían marchar por una carretera hacia la capital del país, Budapest, según informaron medios internacionales.
En los reportes se señala que la policía pudo convencer a una parte de ellos, sobre todo a familias con niños, de ser trasladados con autobuses al centro de primera acogida de Röszke. Pero el resto, sobre todo hombres jóvenes, se negaron a ello, con lemas como “No Camp” y “Budapest, Budapest”.
Ante la situación, los agentes utilizaron gas lacrimógeno después de que algunos refugiados les lanzaran objetos, explicó la policía, según la cual no se registraron heridos. Añadió que en las últimas horas, además, 14 personas fueron arrestadas por tráfico de personas.
Hungría cierra la frontera
Este jueves, el Ejército húngaro inició un ejercicio militar a lo largo de su frontera con Serbia para reforzar una valla construida recientemente que no ha logrado frenar el flujo de refugiados, al tiempo que el gobierno está considerando decretar el estado de crisis.
“Si el Ejército va a ser movilizado en la defensa de la frontera, solo podrá hacerlo con soldados preparados”, dijo el jefe del Estado Mayor, Tibor Benkö, según citaron medios húngaros.
El próximo martes el gobierno decidirá sobre una propuesta al respecto del Ministerio del Interior, señaló hoy Janos Lazar, jefe de la cancillería del primer ministro húngaro Viktor Orban. En tanto, el ministro de Defensa, István Simicskó, que asumió apenas esta semana el cargo tras la reciente dimisión de su antecesor, aseguró que pronto se reforzará la vigilancia de la frontera con hasta 4 mil militares.
A esta situación se suma que Austria suspendió de forma temporal la circulación de trenes hacia Hungría. La empresa de trenes austriaca ÖBB justificó la decisión alegando la “sobrecarga masiva” de los trenes que llegan del país vecino.
En su página web, la empresa informó que se suspendieron las conexiones EuroNight y Erocity del trayecto Viena-Budapest, así como los trenes regionales que cruzan la frontera.
Récord de llegadas a Hungría antes del cierre total
De acuerdo con medios internacionales, miles de refugiados en ruta hacia Alemania se apresuran para llegar a Hungría antes de que entre en vigor la ley que criminaliza las entradas clandestinas y de que el Ejército se despliegue a lo largo la frontera.
En lo que va de año, alrededor de 170 mil personas han entrado en Hungría, escapando de zonas en conflicto en Oriente Medio. Esto, pese a que el país europeo levantó un muro a lo largo de 175 kilómetros de frontera con Serbia y está construyendo una segunda barrera más alta y robusta.
Además, el martes 15 de septiembre entra en vigor una legislación que prevé penas de cárcel para quien llegue sin permiso al país.
