El 11 de septiembre del 2001 cambiaría para siempre a Estados Unidos, que por primera vez, sería atacado por una fuerza externa, conmocionando a su comunidad y al mundo. Las repercusiones y acciones tomadas por el gobierno tuvieron impacto mundial.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Aunque el 11 de septiembre signifique muchas cosas para el mundo, por mucho tiempo el 9/11 quedó registrado en el imaginario como el día que dos aviones fueron estrellados en las Torres Gemelas de Nueva York; la muerte, la tragedia, el estigma hacia un pueblo que nada tenía que ver con el supuesto atacante, dudas, etc., fueron fuente e inspiración para discursos patriotas y para muchas otras cosas.
Aquella mañana, mientras muchos estaban en su trabajo, casa, escuelas o haciendo sus labores cotidianas, se enteraron del suceso; lo detestable, como siempre, era el número de inocentes que habría perecido por un ataque terrorista. El terrorismo, de hecho, tomó un nuevo camino desde ese entonces; el discurso, el concepto y a quiénes se atribuía también.
¿Qué fue lo que sucedió ese día?
A grandes rasgos, dos aviones comerciales fueron estrellados en dos edificios emblemáticos, llenos de gente, en el centro mundial del comercio neoyorquino; el saldo fue de dos mil 843 muertos y cerca de seis mil heridos. Un tercer ataque sucedió en las instalaciones del Pentágono, la fortaleza de seguridad estadounidense.
Evidentemente para muchos ciudadanos norteamericanos y del mundo, estos ataques causaron conmoción y miedo al no saber por qué fuerza estaban siendo atacados; para los más sensibles, el 11 de septiembre del 2001 realmente paralizó el planeta; hecho que fue aprovechado por el discurso beligerante norteamericano.
De inmediato, George W. Bush aseguró que el ataque venía de Al Qaeda, un atentado terrorista y que Osama Bin Laden era el responsable.
Nos guste o no, el 11 de septiembre estadounidense cambió al mundo; muchos protocolos de seguridad se duplicaron o triplicaron, la paranoia reinó y el sector estadounidense más reaccionario pedía a gritos las cabezas de los culpables. Mucho de ese American Way of Life se salió de control y se patrocinó “la cacería de brujas” y estigmatización hacia todo lo referente o que tuviera “tinte afgano”, fenotipo saudí y demás estereotipos que recorrieron la sociedad, se posesionó del espíritu individual norteamericano. Películas, libros, posturas y discurso políticos se adentraban en atacar al enemigo exterior. Aunque para muchos, el enemigo estaba dentro de casa.
Para nadie son secreto los negocios que unían a las familias Bush y Bin Laden; tampoco que Osama había sido entrenado por la CIA en la lucha contra los comunistas afganos, en la guerra ruso-afgana. Por lo que algunas voces también se inclinan por la idea del autoataque y así justificar la intromisión militar a países autónomos como Irak o Afganistán. El negocio de la defensa es retribuible en varios estadios.
Desde que Bush padre llegó a la presidencia en 1980, obtuvo la concesión petrolera Bahreín; eso, gracias a uno de los integrantes de la familia de Osama, Salem Bin Laden. Bush hijo estaba a la cabeza de Harken Energy Company.
Un acercamiento al tema, “desde casa”, nos lo ofrece Michael Moore en Fahrenheit 9/11, revelando que las familias Bush y los Bin Laden invertían fuertemente en The Carlyle Group, empresa que ganó mucho después de la tragedia norteamericana; esa empresa también tenía un jugoso contrato, de los mayores, con la defensa de Estados Unidos.
Posterior a los “atentados” el ejército estadounidense atacaría a Irak… aunque Al Qaeda estuviera posicionada en Afganistán. El argumento de Bush fue que Irak escondía a Bin Laden.
Los ataques borraron de la historia y la memoria a corto plazo del mundo algunos hechos significativos alrededor de esta fecha; un gobierno se victimizó a costa de personas que perdieron la vida. Sea por un atentado terrorista o por todas estas teorías y posturas que desmontan la verdad oficial, nuevamente los que pagaron los platos rotos, fueron personas que eran padres, esposos, hijos o hermanos de alguien; en efecto, la tragedia acogió a los familiares que desde esa mañana hace 14 años, veían por la televisión una y otra vez las noticias y los pequeños momentos captados en video donde dos pequeños aviones se estrellaban y posteriormente se veía el derrumbe de dos torres; contrario a lo anterior, la paranoia y hasta las cantidades monetarias conjuntas al negocio de las armas y al reposicionamiento de Estados Unidos en el mundo creció de manera favorable para estos últimos.
A saber
- Spiderman y el 11 de septiembre. La primera (y muy mala) película sobre el héroe arácnido llevada a la pantalla grande, incluía en su primer trailer y póster la imagen de las torres gemelas. El póster presentaba a Spidey viendo hacia Nueva York, con el reflejo de las dos torres en sus ojos:
Aquí, el primer trailer:
- “Fahrenheit 9/11”, de Michael Moore. Documental que nos acerca hacia otro camino de lo que ocurrió el 9/11.
- “Reign Over Me”, con Adam Sandler y Don Cheadle, sobre un hombre que perdió a toda su familia por los atentados del 9/11
- “World Trade Center”, con Nicolas Cage, relata la historia de los policías que fueron fueron de las primeras personas en entrar en acción aquel 11 de septiembre.
