TPP: voces de optimismo y desconfianza a nivel internacional

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La firma del TPP ya empezó a generar reacciones a nivel internacional. Por un lado se encuentran las posturas a favor que lo miran como una oportunidad para expandir el intercambio comercial. Pero por el otro están las voces que lo ven con desconfianza.

México (elsemanario.com).- El Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) firmado el pasado lunes por los ministros de comercio de los 12 países miembros, puerta de la alianza comercial más grande del mundo, ya empezó a generar reacciones a nivel internacional.

Por un lado se encuentran las posturas a favor que miran al TPP como una oportunidad para expandir el intercambio comercial y económico. Por el otro están las voces en contra, que miran con desconfianza el hecho de que unas cuantas naciones, capaces de acaparar el 40% del PIB mundial, sellen el acuerdo.

Al interior del TPP

Apenas ocurrían horas de la firma de los 12 ministros de comercio de los países firmantes, y empezaron a correr manifestaciones de apoyo. El primero fue el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien destacó que el TPP es una puerta para llevar al exterior los productos estadounidenses.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest calificó al Transpacífico como la promesa cumplida por Obama de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá.

En 2008, el presidente hizo la promesa de renegociar el TLCAN y elevar los estándares, y encarar las preocupaciones que han sido expresadas por muchos sobre el verdadero impacto del acuerdo comercial”.

El funcionario destacó que el TPP incluye protecciones que permiten a los trabajadores formar sindicatos, así como protecciones relacionadas con condiciones laborales, la prohibición del trabajo infantil y busca aumentar el salario mínimo.

En ese sentido, Obama inició el mismo martes las labores de promoción del TPP, con una reunión con líderes empresariales y agrícolas, precisamente para defender y difundir los alcances del acuerdo.

En el caso de los latinoamericanos, ya expresaron su beneplácito. En Perú, ven al TPP como una oportunidad que abre nuevos mercados y perspectivas comerciales, para que tres de las principales economías latinoamericanas trabajen de manera conjunta para acercar sus productos a los potenciales consumidores de las naciones en las que se produce casi la mitad del PIB mundial.

Magali Silva, ministra de comercio de Perú, puso énfasis en que el Transpacífico –negociado durante cinco años–, va más allá de los simples acuerdos bilaterales, pues conlleva otras implicaciones de carácter político y social.

En declaraciones al Financial Times, la ministra peruana ve en el acuerdo una oportunidad para las dos naciones sudamericanas firmantes del TPP de aumentar el acceso al mercado de Estados Unidos, en parte a través de México.

Pero también destaca que entre los miembros latinos, nuestro país es el que tiene mucho que ganar, en particular por su relación con EU y Canadá por el TLCAN y su potencial en sectores como el manufacturero, el automotriz (en los que es potencia) y el aeroespacial, con un gran crecimiento en los últimos años.

Al optimismo sobre el TPP se sumó Heraldo Muñoz, ministro de relaciones exteriores de Chile, quien dijo que el acuerdo es “altamente satisfactorio” y que permitirá a su país tener un mayor acceso a los mercados de las naciones signatarias que el que actualmente posee a través de acuerdos de libre comercio con dichos países. En conferencia de prensa expresó:

Éste es un momento muy importante. Ha sido una negociación en la cual nuestros representantes han actuado con firmeza y vigor al proteger nuestros intereses, y el resultado es favorable. Es un momento muy importante. Nuestros negociadores han actuado con vigor y con firmeza y el saldo es favorable”.

Voces de fuera del TPP

Al conformarse la alianza económica más grande del mundo, es natural que haya naciones que no ven con mucho agrado la casi inminente materialización del TPP, por lo que ya se oyen voces que advierten de los efectos negativos del acuerdo.

Una de las mayores incógnitas radica en el rol que va a jugar ahora China, ya que, uno de los principales interés de países como Estados Unidos y Japón fue limitar con el Transpacífico la influencia china en el mercado global.

De acuerdo con un reporte del sitio especializado en temas Asia-Pacífico, The Diplomat, la firma del acuerdo fue recibida, en primera instancia, con gran escepticismo en China, aunque posteriormente cambió a una postura neutral.

A pesar de las inquietudes que genera el pacto, el gobierno chino se ha mostrado neutral e incluso partidario de la construcción de relaciones que impulsen la económica en la región, señala Shannon Tiezzi, editora de la revista.

La periodista expuso que dicha postura quedó de manifiesto esta semana cuando un portavoz del Ministerio de Comercio de China dijo que su país

siempre mantiene una actitud abierta hacia la construcción de sistemas acordes con las normas de la Organización Mundial del Comercio y que sean útiles para promover la integración económica en la región Asia-Pacífico”.

Otra voz que resiente la alianza económica es Brasil. La Confederación Nacional de la Industria (CNI) de ese país expresó el martes su “preocupación” por la firma del Transpacífico, ya que acusó que tendrá un impacto negativo en las relaciones comerciales entre Brasil y las naciones firmantes.

Según la CNI, el nuevo bloque comercial reforzará el aislamiento de Brasil y el Mercosur.Con la firma del tratado, estos países tendrán menos barreras, arancelarias y no arancelarias, en el comercio intra-bloque”, destacó la entidad empresarial en un comunicado.

El organismo empresarial ha insistido reiteradamente en que Brasil debería establecer acuerdos por fuera e independientemente del Mercosur. En la misiva expone este punto y vuelve a pedir al gobierno brasileño acelerar las negociaciones del acuerdo Mercosur—Unión Europea, que ha tenido avances y retrocesos en los últimos años.

El TPP crea la mayor zona de libre comercio del mundo que, además está bañada con un fuerte componente geopolítico, al convocar a 12 países que producen 40% del PIB mundial, pero dejando fuera a China, como una clara estrategia para limitar su creciente influencia en las economías a nivel global.

Sin embargo, el acuerdo alcanzado en Atlanta el lunes pasado no significa que sea una realidad. Los Congresos de las naciones signantes deberán aprobarlo y, por lo menos en el de Estados Unidos hay escepticismo, se espera que la votación para su aprobación ocurra en el primer semestre del 2016, en donde estará garantizada la oposición de los republicanos y de algunos demócratas.

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