A tres años del inicio de diálogos en Cuba, las FARC y el gobierno colombiano coincidieron en que la paz en Colombia “nuca antes había estado tan cerca”.
Colombia (elsemanario.com).- Luego de tres años de negociaciones, el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) parecen encontrar el camino a la firma de la paz, sólo falta superar algunos pequeños obstáculos.
Así, los diálogos de paz en La Habana, entran en su proceso de recta final con la misión de conciliar entre ambas partes asuntos pendientes como los términos del alto el fuego, el modelo de justicia o el mecanismo de refrendación del acuerdo final.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]El jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle dijo:
“El proceso ha tomado más tiempo de lo esperado. Ya es hora de terminar. Nos encontramos en la recta final, aunque tampoco podemos negar que estamos ante los temas más complejos y no los vamos a acordar de cualquier manera”. [/box]
En conferencia de prensa luego de un evento con motivo del tercer aniversario del proceso de paz, De la Calle indicó que conciliar las diferencias entre ambas partes sobre los asuntos pendientes, considerados “determinantes”, requieren “la toma de decisiones políticas de gran envergadura”.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]Por su parte, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez expresó que:
“Las perspectivas de alcanzar un acuerdo final brillan como nunca antes en el horizonte de Colombia. (…) “El diálogo ha alcanzado en ya tres años de trabajo, importantes éxitos parciales”. “Sí se puede pensar en un país tranquilo y en un mejor futuro”. [/box]
Las negociaciones para la firma del tratado de paz fueron sintetizadas en 5 puntos: política agraria, participación política de los posibles desmovilizados, narcotráfico, víctimas y la refrendación. Entre los temas pendientes, el acuerdo de justicia es de mayor complejidad pues aún no se define el qué y cómo deben pagar los guerrilleros por los crímenes cometidos.
Sin embargo, el proceso de paz que fue visible a partir del apretón histórico de manos entre el máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez “Tomochenko“, y el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en la Habana el pasado 23 de septiembre, aún tiene un poco por delante para culminar.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]El jefe negociador del gobierno colombiano, también agradeció a Cuba, Noruega, Chile y Venezuela por su apoyo en el proceso de paz. [/box]
Plebiscito para la paz
El plebiscito para la paz es uno de los temas que causó rispidez en los últimos días. Por un lado, las comisiones del Senado y la Cámara de Representantes de Colombia aprobaron la realización de un referendo como mecanismo para validar los eventuales acuerdos entre el gobierno y las FARC.
En contraparte, el grupo insurgente rechazó el plebiscito al que calificó de unilateral para refrendar el acuerdo de paz.
Para las FARC-EP, el Congreso colombiano no es competente, ni es conveniente implementar acciones de manera unilateral. Argumentaron que la paz es asunto de la sociedad en su conjunto, no de un plebiscito no consensuado y desinformado.
No obstante, la comitiva de negociación resaltó en La Habana su compromiso y disposición para lograr la paz en Colombia.
Tmochenko no sería extraditado
Otro tema importante es el posible destino del líder de las FARC, cuestión que zanjó por completo el presidente colombiano al asegurar que él “no extraditará a Estados Unidos” a Timochenko.
Sobre la recompensa de 5 millones de dólares que ofrece el gobierno estadounidense por la captura de Rodrigo Londoño (Timoleón Jiménez), Santos aseguró en entrevista con la BBC que esa recompensa “va a tener que desaparecer, porque yo no lo voy a extraditar”.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]Santos sentenció:
“¿Puede imaginarse a un líder guerrillero negociando un proceso de paz para terminar con una sentencia de cadena perpetua en EE.UU.? Eso es absurdo”.[/box]
Asimismo, el mandatario colombiano expresó su confianza de que Washington colabore en el proceso de paz y elimine dicha orden.
Con la fecha límite del 23 de marzo en la mira, los negociadores tienen claro que esta cuarta tentativa de paz debe ser la definitiva, para pasar la página de un conflicto que ha causado en medio siglo al menos 220 mil muertos, decenas de miles de desaparecidos y seis millones de desplazados.
