Debate Demócrata. Clinton y Sanders se disputarán candidatura

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Tras celebrarse el tercer debate de los precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos, tal parece que la contienda se reducirá a los dos punteros: Hillary Clinton y Bernie Sanders.

New Hampshire (elsemanario.com).- Se celebró el tercer debate del Partido Demócrata en el que los aspirantes a la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por ese partido parecer reducirse a sólo dos, aunque la ex secretaria de Estado Hillary Clinton mantiene una clara ventaja.

El debate celebrado el sábado por la noche, el último del año y penúltimo antes de las primarias que se celebrarán en febrero próximo iniciando en Iowa y New Hampshire –pero el primero desde el atentado de San Bernardino–, estuvo marcado por los temas de seguridad y política exterior.

La terna de aspirantes demócratas a la Casa Blanca intercambió posturas en cuanto a enfrentar al Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), la crisis en Siria y en política exterior, sin embargo todos coincidieron en descalificar el discurso de Donald Trump, favorito entre los republicanos, de prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos.

Tanto Clinton, como el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders y el ex gobernador de Maryland, Martin O´Malley, coincidieron en criticar las propuestas del polémico aspirante republicano sobre inmigración, calificándolo incluso de “charlatán” y “reclutador de ISIS”.

La ex secretaria de Estado fue la más contundente al disparar sus argumentos contra el discurso de Trump al asegurar que “se está transformando en el mejor reclutador del grupo Estado Islámico”. Alegó que el Estado Islámico “distribuye videos de Donald Trump insultando a Islam y a los musulmanes para reclutar a jóvenes combatientes”.

A las críticas en contra del más adelantado de los republicanos en las encuestas se sumó O´Malley quien afirmó que Trump representaba un “peligro político”, además se desmarcó de sus propuestas contra la inmigración de musulmanes a Estados Unidos.

El ex gobernador de Maryland enfatizó que “el símbolo de Estados Unidos no es una valla de alambre de púas sino la estatua de la Libertad. No podemos renunciar a nuestros valores ante declaraciones fascistas de millonarios charlatanes. Somos un país mejor que eso”.

Por su parte, Sanders también rechazó de manera enfática el discurso de Trump por centrarse en el odio, primero contra los inmigrantes mexicanos y ahora contra los musulmanes.

El senador por Vermont pidió a los seguidores del polémico empresario que consideren apoyar a otro candidato republicano.

Sin embargo, luego de que los tres demócratas dejaron de sumar fuerzas para enfocar sus ataques en contra de Trump, resurgieron las discrepancias respecto de cómo combatir al Estado Islámico o resolver la crisis en Siria.

Para Clinton, acabar con ISIS requiere poner fin al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad. “Debemos enfrentarlos a ambos al mismo tiempo”, aseguró. Al mismo expresó nuevamente su desacuerdo a enviar tropas terrestres a combatir en Siria e Irak.

La ex secretaria de Estado hizo valer su experiencia en política exterior al argumentar que tiene la estrategia adecuada para “combatir y derrotar al Estado Islámico sin meternos en otra guerra. Si Estados Unidos no encabeza una acción, no hay otro líder, hay un vacío”, afirmó.

Sin embargo, Sanders criticó la postura de Clinton de insistir en sacar del poder al presidente sirio Bashar Al Assad y calificó su estrategia como “muy agresiva” subrayando que la principal amenaza no es el mandatario sirio sino ISIS.

Su más cercano perseguidor en las preferencias aseguró que “Estados Unidos no puede al mismo tiempo enfrentar a Assad y al Estado Islámico. La prioridad es el Estado Islámico. Vamos a sacarnos de encima a Assad más tarde”.

Sanders continuó su ataque en el debate poniendo en la mesa el tema de las grandes empresas y la participación de las grandes corporaciones de Wall Street en la financiación de campañas, aludiendo los apoyos económicos para Clinton.

Mientras la ex primera dama salió con relativa calma –denotando su experiencia política– al responder el cuestionamiento de uno de los moderadores del debate, quien insistió en el tema preguntando si las grandes corporaciones de EU deberían amar a Hillary Clinton, a lo que la demócrata respondió con cierto humor, “todo el mundo debería”.

Al final, según varios analistas, el tercer debate demócrata resultó muy ecuánime, y en el que se definieron las dos puntas en las que estarán centradas las expectativas para elegir al candidato para las elecciones presidenciales.

Los argumentos esgrimidos la noche del sábado y las encuestas dejan claro que la decisión estará entre Hillary Clinton que adelanta en los sondeos, con alrededor del 50% de los apoyos, mientras que Bernie Sanders reúne un 30%, relegando muy al fondo a Martin O´Malley que apenas alcanza un 4% de las simpatías.

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