De lentes de pasta gruesa y cabellera larga color negro, una nueva figura se levanta en Venezuela y busca controlar el poder matando toda esperanza de democracia. Delcy Rodríguez la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente que cuenta con el total respaldo de Nicolás Maduro.
La crisis en las calles de Venezuela escala cada día a niveles inimaginables y lleva a la sociedad al límite, casi a punto de desatar una guerra civil, mientras el gobierno de Nicolás Maduro se aleja más de la credibilidad y la legitimidad con la aprobación de la tan cuestionada y condenada Constituyente.
Después de haber defendido a capa y espada la política dictatorial del gobierno venezolano y negar ante cancilleres de la OEA cualquier tipo de violación a la democracia en su país, Delcy Rodríguez regresa a escena con nuevo cargo, de mayor rango y poder. Una mujer fuerte y brazo derecho de Maduro que dirigirá La Constituyente, desplazando a Diosdado Cabello, favorito por muchos para ese cargo.
La madurista nacida en Caracas hace 48 años alcanza un margen de influencia magno sobre el aparato estatal, pero como dijo la directora de la redacción Latinoamérica de la Deutsche Welle, Uta Thofern, “Lo que está por verse es cuántos gobiernos y organismos multilaterales terminan reconociendo la legitimidad de la misma.”
Durante el gobierno del desaparecido Hugo Chávez, Delcy Rodríguez no figuró de manera destacas; sin embargo, en el gobierno heredado a Nicolás Maduro ocupó la cartera de Comunicación e Información y luego ascendió a la cancillería, cargo donde muchos la llamaban “la canciller sin diplomacia” y sus adeptos “la canciller de la dignidad”.
En paralelo y mientras Rodriguez celebra su nuevo cargo, otra mujer también es noticia en Venezuela.
La destituida fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, levanta la voz y denuncia ser víctima de una persecución y teme por su vida.
Luisa Ortega fue la primera víctima de La Constituyente y su denuncia llega después de su ruptura con el mandatario Nicolás Maduro.
“Yo no sé qué oscuros propósitos y qué oscuros planes puedan ellos tener, no solamente privarme de mi libertad, sino también privarme de mi vida”, dijo Ortega en una entrevista con Reuters.