El presidente manifestó su apoyo a la polémica propuesta después que pidiera recomendaciones para frenar los tiroteos y un padre de un estudiante abriera esa posibilidad.
El pasado 14 de febrero, en Parkland, Florida, 17 familias perdieron a jóvenes durante el más reciente tiroteo en una escuela de Estados Unidos. Ayer, ocho días después de la masacre, el presidente Donald Trump se reunió con familiares y sobrevivientes del tiroteo.
Durante el encuentro, marcado por el debate sobre el control de armas en todo Estados Unidos, el presidente republicano dijo que apoya la posibilidad de dar entrenamiento en manejos de armas de fuego a algunos maestros y permitir que las porten de manera oculta, para poder responder rápidamente en caso de un tiroteo.
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“Hay algo que se llama portar armas de forma oculta, y que solo funciona cuando tienes a gente entrenada para ello. Los profesores tendrían un permiso especial, y (la escuela) ya no sería una zona libre de armas” de la que puedan aprovecharse los “maníacos”, señaló el presidente Trump.
El presidente manifestó su apoyo a la polémica propuesta después que pidiera recomendaciones para frenar los tiroteos y un padre de un estudiante abriera esa posibilidad.
“Mucha gente está hablando den eso. Un ataque ha durado, en promedio, tres minutos, entonces el ataque ha terminado. Toma de cinco a ocho minutos para que la respuesta, la policía, llegue, entonces el ataque ha terminado. Si uno tuviera un maestro adepto a las armas de fuego, bien podría terminar el ataque muy rápidamente”, agregó el mandatario.
La propuesta tuvo algunos adeptos, pero también muchos detractores que se opusieron fuertemente a la idea de ingresar más armas de fuego a las escuelas.
“Me opongo a tener a un maestro con un arma en el edificio. Los profesores son emocionales, la gente es emocional. Creo que eso es un factor enorme”, señaló Brandon Thompson, quien trabaja en una escuela con detectores de metales, obligatorios en Washington.
Como muchos otros, Thompson se mostró a favor de mantener “puntos de control” en el ingreso a las escuelas. Otra voz crítica a esta protesta fue la de Mark Barden, padre de una de las víctimas del tiroteo en la escuela elemental Sandy Hook, en Newtown, quien citó a su esposa fallecida.
“Ella diría que los maestros tienen más que suficientes responsabilidades ahora como para tener la increíble responsabilidad de tener la fuerza letal para tomar una vida”, afirmó, lo que concitó varios aplausos de los presentes.
Con información de Vanguardia
