El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia convocó a los embajadores de países “que tomaron acciones inamistosas con relación a Rusia en señal de solidaridad con el Reino Unido por el caso Skripal”.
El gobierno de Rusia convocó este viernes a los embajadores de 23 país, entre ellos España, para informarles sobre la decisión de expulsar a sus diplomáticos en suelo ruso, en una dura respuesta a la expulsión de siete diplomáticos rusos por parte de la OTAN.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expulsó este lunes a siete diplomáticos rusos y rechazó la acreditación de otros tres como parte de una campaña internacional, debido al envenenamiento de un exespía ruso y su hija ocurrido en Gran Bretaña.
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En respuesta, la mañana de este viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia convocó a los embajadores de países “que tomaron acciones inamistosas con relación a Rusia en señal de solidaridad con el Reino Unido por el caso Skripal”.
Rusia convocó a los responsables de las misiones diplomáticas de Australia, Albania, Alemania, Dinamarca, Irlanda, España, Italia, Canadá, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, los Países Bajos, Noruega, Polonia, Rumanía, Ucrania, Finlandia, Francia, Croacia, la República Checa, Suecia y Estonia en Rusia.
A través de un comunicado, el Ministerio ruso dio a conocer que les entregó las notas de protesta y declaración como personas “non gratas” al mismo número de funcionarios de esas sedes diplomáticas que el de los funcionarios rusos que fueron expulsados por dichos países.
“Teniendo en cuenta que en el último momento a los países mencionados han decidido unirse Bélgica, Hungría, Georgia y Montenegro, Rusia se reserva el derecho de tomar pasos recíprocos”, precisó el Ministerio en un comunicado.
Cabe destacar que Francia, que echó a cuatro diplomáticos rusos; Canadá (cuatro); Moldavia (tres); Australia (dos); Albania (dos); y Macedonia (uno) no se han pronunciado sobre las medidas adoptadas por el Gobierno de Vladimir Putin contra sus misiones diplomáticas en Moscú, según rescata Europa Press.
Los antecedentes
La reciente crisis diplomática en Europa explotó después de que el pasado 4 de marzo, Serguei Skripal, un exagente de los Servicios de Inteligencia Militar Rusa (GRU) que pasó información al servicio secreto británico M16, y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes en un parque de la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, con síntomas de envenenamiento.
El laboratorio de investigación de la base militar británica de Porton Down identificó la sustancia utilizada en el presunto envenenamiento como parte de un grupo de agentes nerviosos de grado militar creados por Rusia, conocido comúnmente como Novichok, lo que provocó medidas punitivas por parte de la OTAN.
