Los polémicos orígenes de la carta ya habían sido referidos en 2016, cuando el médico reconoció que la escribió en cinco minutos y que “tal vez” exageró un poco.
Todos recuerdan el episodio: en 2015, en plena campaña para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se difundió una supuesta carta del médico de Donald Trump en Nueva York, en la que se afirmaba que el millonario sería “el individuo más saludable electo presidente”.
Casi dos años más tarde, sin embargo, se ha revelado que dicha carta la habría dictado nada menos que el ahora presidente estadounidense, según declaraciones del médico neoyorquino Harold Bornstein.
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En entrevista con CNN, el exmédico de Trump aseguró que “Esa carta la dictó completa él. Yo no escribí esa carta”.
Los señalamientos sobre la falsedad de dicho documento se escucharon desde 2015, debido al tono y la redacción de la carta que fue difundida por Trump y en la que se destacaba que:
“El señor Trump ha tenido un examen médico completo reciente que solo mostró resultados positivos. En realidad, su presión arterial, 110/65, y los resultados de laboratorio fueron asombrosamente excelentes. Su fuerza física y resistencia son extraordinarias. De ganar, puedo afirmar inequívocamente que el señor Trump será el individuo más saludable electo presidente”.
Tales eran las supuestas palabras de Bornstein en la misiva difundida hace dos años, en la que aseguraba que supuestamente había atendido a Trump desde 1980.
Los polémicos orígenes de la carta, no obstante, ya habían sido referidos en 2016, cuando el médico reconoció que la escribió en cinco minutos y que “tal vez” exageró para mantener felices al equipo de campaña de Donald Trump.
Antes de las recientes declaraciones, Bornstein había afirmado que el 3 de febrero de 2017 que el exguardaespaldas personal de Trump, Keith Schiller, llegó a su oficina junto con otros dos hombres sin previo aviso y confiscaron todos los registros médicos del presidente.
“Deben de haber estado aquí 25 o 30 minutos. Montaron un caos enorme”, señaló el médico este lunes en una entrevista con el canal estadounidense de televisión NBC News, en un encuentro en el que afirmó también que el incidente hizo que se sintiera “violado, asustado y triste”.
Al respecto, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, negó este martes que el incidente pueda calificarse de “asalto”.
“Esos registros se transfirieron a la Unidad Médica de la Casa Blanca, según lo solicitado”, señaló Sanders en una rueda de prensa.
