El hombre recurrirá la decisión judicial y seguirá viviendo en la casa familiar, sin ayudar a pagar los gastos y sin colaborar en las tareas del día a día.
Dicen que no hay mayor amor que el de los padres, pero incluso éste, al parecer, tiene un límite.
Durante varios años, Mark y Christina Retondo mantuvieron durante 30 años a su hijo Michael, le brindaron alimentos, dinero, hospedaje y pagaron sus cuentas. Ahora, sin embargo, lo único que quieren es que se vaya de casa.
Pero correr a un hijo no siempre es fácil. Estos padres han tenido que recurrir a los tribunales de Estados Unidos, desesperados porque Michael no ayuda a pagar el alquiler de la vivienda familiar, no participa en las tareas domésticas y en general no aporta un solo dólar a la economía de la familia.
De acuerdo con la prensa local, el 2 de febrero pasado, la madre de Michael le escribió una carta en la que le dejaba muy claro que “hemos decidido que debes abandonar esta casa de inmediato”, la petición de los padres, sin embargo, no fue escuchada y Michael siguió viviendo a costa de sus padres.
https://twitter.com/M8989/status/999404413461647361
Cinco cartas sin respuesta
Los padres no desistieron, acudieron a un abogado que les redactó un aviso de desalojo con fecha del 13 de febrero en el que le dieron un mes para que recogiera sus cosas y se marchara. “Estás desalojado. Si no te vas antes del 15 marzo de 2018 se iniciará un procedimiento legal inmediatamente”, decía este escrito.
Incluso ofrecieron a su hijo 1,100 dólares para ayudarle a buscar una nueva casa e iniciar sus entrevistas de empleo. “Hay trabajos disponibles incluso para aquellos con un historial de empleo tan pobre como el tuyo. Consigue uno. ¡Tienes que trabajar!”, escribieron los padres en esta segunda carta.
https://twitter.com/vivisanchezmty/status/999351904214728705
El tiempo pasó, cinco cartas después sin respuesta, para el día 30 de marzo, Michael seguía viviendo, comiendo y gastando a expensas de sus padres. Ante esto, los Rotondo no tuvieron otra opción que acudir a una corte del condado de Onondaga, en Syracuse, Nueva York para exponer su inusual caso.
Seguir en casa a pesar del juicio
La primera audiencia del caso, a pesar de lo que se pudiera pensar, tampoco concluyó de manera sencilla. Michael le dijo al juez que sabe que sus padres lo quieren fuera de la casa que comparten, pero dijo que como miembro de la familia tiene derecho a seis meses más de tiempo, antes de ser desalojado.
Donald Greendwood, El juez de la Corte Suprema del estado, rechazó su respuesta y la calificó de indignante. Y es que mientras el juez hizo todo lo posible por convencer a Rotondo de dejar la casa de sus padres, este se negó y dijo que apelará y buscará las vías legales para permanecer en la casa familiar.
Esto quiere decir que, por lo pronto, Michael recurrirá la decisión judicial y seguirá viviendo en la casa familiar, sin ayudar a pagar los gastos y sin colaborar en las tareas del día a día.
