Con el anuncio de revertir las medidas impulsadas por Obama en materia de regulación de consumo de gasolina, ahora Donald Trump pone en una encrucijada a la industria automotriz de Estados Unidos.
Ciudad de México.-Deseosos de revertir las duras regulaciones para el ahorro de combustible y reducir la emisión de contaminantes implementadas en la administración pasada, el sector automotriz pidió a Donald Trump tomar cartas en el asunto, pero ahora que anunció que hará cambios al respecto, la industria automotriz de ese país se enfrenta un escenario que no se habían imaginado.
Este es un tema que tiene varios años de estar en la agenda de ese país, ya que Barack Obama implementó en 2012 nuevas regulaciones que obligaban a las armadoras de autos a desarrollar tecnología que les permitiera reducir el consumo de gasolina, optimizar el rendimiento de los motores y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero a corto plazo.
El objetivo es que para 2025 los autos en promedio tuvieran un gasto de combustible de 3.8 litros para unos 80.4 kilómetros; por lo que los fabricantes ya han desarrollado tecnología y modelos innovadores para lograrlo, pero todo esto puede entrar en una etapa de caos y confusión.
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Los efectos de la decisión de Trump
Con el anunció que hizo Trump de eliminar estas restricciones, haría que el consumo de gasolina podría quedar en un promedio de 50.5 kilómetros por 3.8 litros, el parámetro que había marcado Obama se tendría que alcanzar en 2021.
Y las críticas no se hicieron esperar y desde diversas perspectivas. La primera fue la planteada por Los Ángeles Times, que hace referencia al daño ecológico que esta medida puede causar al medio ambiente.
“La decisión de la administración Trump de hacer retroceder los estándares es especialmente espantosa”, dice el diario.
Y agrega: “sobre todo cuando ya estamos sintiendo los efectos del calentamiento global con eventos climáticos más extremos, desde sequías prolongadas, temporadas de incendios sin fin, y olas de calor sin precedentes hasta huracanes e inundaciones severos”.
Por el otro lado, está los daños que esto puede generar a la propia industria automotriz, ya que mientras el mundo entero camina hacia la eficiencia energética, el desarrollo de nuevas tecnologías para el uso de combustibles limpios y autos más económicos, Estados Unidos podría quedar rezagado en ese sentido.
“La administración de Trump dejaría a los estadunidenses atrapados en vehículos que consumen mucha gasolina y respirarían aire contaminado; mientras el resto del mundo disfruta de los beneficios de la innovación automotriz”, dice Los Ángeles Times.
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Daños económicos y legales
Además de estas consecuencias, la industria automotriz también podría verse afectada por estas nuevas regulaciones, ya que las inversiones realizadas para desarrollar los nuevos modelos pueden quedar sin ninguna utilidad y además, se enfrentan a una disputa legal ya que hay estados como California, que tienen sus propias regulaciones ambientales.
Y de acuerdo a John Graham, investigador de la Universidad de Indiana y quien trabajó en las regulaciones de ahorro de combustible durante el gobierno de George W. Bush, los únicos favorecidos son las empresas rezagadas en ahorro de energía y eficiencia energética.
En declaraciones que retoma Expansión, el experto señala que “para los fabricantes de automóviles que están más retrasados, cualquier aplazamiento sería visto como una ayuda”, pero considera que incluso si el gobierno pierde la disputa legal que está por enfrentar por su decisión de revertir reglas incluso locales, “podrían terminar teniendo un retraso en todo este programa”.
Esto también generaría mayores ventas de autos poco ahorradores de gasolina, que son más baratos pero con un daño profundo a la economía familiar a largo plazo.
“Los consumidores ignoran el hecho de que los vehículos más eficientes en combustible son más baratos de operar, ya que los conductores tienen que comprar menos gasolina”, concluyó el diario Los Ángeles Times.