Boca del Río, Veraccruz.- Durante la entrega del Premio Iberoamericano de Ciencias, el rey de España puntualizó que si se garantizaba la movilidad de los ciudadanos en Iberoamérica, se tendría un impacto económico importante en la región. Esto sería un aporte histórico para toda América Latina. También habló de la importancia de entablar y preservar los lazos de solidaridad a partir de la comunicación y los esfuerzos gubernamentales para permitir la libre asociación. En su opinión, esto permitiría un crecimiento económico importante y mejorar las condiciones de vida.
Como recomendación, habló de la necesidad de establecer políticas de movilidad entre estudiantes, profesionales y académicos. Esta es una propuesta muy cercana a lo decidido durante la XXIV Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación que tuvo lugar en agosto de este año. En el se propuso la creación del proyecto Paulo Freire de Movilidad Académica, en que los integrantes de la conferencia, en representación de sus respectivos países, se comprometieron a crear nuevos programas de movilidad entre las instituciones universitarias y de investigación.
También afirmó que “la unidad en la diversidad es el eje vertebral de nuestra región, que se complementa con la ley, las costumbres y los valores morales”. La diversidad aparece como mediada por el gobierno, coadyuvando así con la unidad: “es una cultura de culturas y por ello se debe de pensar en la región en términos de unidad”. Esta propuesta nos recuerda a la visión que se tenía de América durante el dominio español entre los siglos XVI y XIX: América unida con la Metrópoli en el centro del rizoma (y aun durante el Imperio, existían diferentes organismos que regulaban el tránsito entre provincias; como las alcabalas). Cuestión presente en otro comentario del rey de España, Felipe VI, donde habló acerca de la cercanía cultural y genética que vincula su país con América Latina: “… cuan entrelazada está nuestra identidad”, dijo.
Respecto a México, esto debe entrar en respuesta con los problemas que hoy en día se viven en los diferentes puntos por los que transitan los migrantes, no sólo en el norte con Estados Unidos, sino del flujo que viene desde Belice y Guatemala.
