Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló deliberadamente el avión de Germanwings con 150 personas en los Alpes franceses podría haber sufrido un desprendimiento de retina y estuvo bajo tratamiento suicida, señalaron medios alemanes.
Berlín, Alemania (DPA, Reuters, AFP).- Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló intencionalmente el A320 de Germanwings el pasado martes en los Alpes franceses recibió tratamiento psiquiátrico por tendencias suicidas antes de comenzar su carrera como piloto, informó este lunes la fiscalía alemana.
“La correspondiente documentación médica no muestra hasta el momento enfermedad orgánica alguna. El copiloto estuvo hace unos años, antes de obtener su licencia de piloto, en tratamiento psicoterapéutico durante un largo periodo de tiempo por una marcada tendencia al suicidio”, afirmó la fiscalía de Düsseldorf, según cita la agencia de ese país DPA.
“Posteriormente y hasta ahora visitó varias veces consultas médicas y se le prescribió la baja médica sin certificar si había peligro de suicidio o agresividad contra otras personas”, agregó la fiscalía.
En tanto, trascendieron nuevos datos de la grabación previa a que se estrellara el avión, diarios alemanes revelaron este domingo que capitán Patrick Sondheimer, capitán de la aeronave de la aerolínea de bajo costo filial de Lufthansa, gritó “¡Abre la maldita puerta!” a Lubitz que había bloqueado la entrada a la cabina en su ausencia antes de estrellar el avión el martes, matando a las 150 personas que iban a bordo.
De acuerdo con el diario Die Welt, un investigador declaró que el copiloto de 27 años “estaba siendo tratado por varios neurólogos y psiquiatras”, añadiendo que se habían encontrado en su apartamento de la ciudad alemana de Düsseldorf varios medicamentos, reafirmando la información de la Policía, que descubrió varias pistas que mostraron que Lubitz sufría “síntomas severos de exceso de estrés subjetivo”.
Mientras que, el diario Bild am Sonntag reveló que además, Lubitz recibió tratamiento para la vista y refiere que algunas fuentes sugieren que sufría de un desprendimiento de retina que amenazó con poner fin a su carrera de piloto.
El diario alemán señala como el comandante explica, por ejemplo, a su copiloto que no tuvo tiempo de ir al baño antes de despegar en Barcelona. A las 10:27 horas locales, el piloto pide a Lubitz que prepare el aterrizaje en Düsseldorf. Este último dice “espero, vamos a ver”.
Y cita que, poco después se oye un “ruido fuerte”, como si alguien tratara de entrar en la cabina, señala Bild. Después, la voz del piloto grita: “¡por el amor de Dios, abre la puerta!” Al fondo se escucha que los pasajeros empiezan a gritar.
Hacia las 10:40, el avión de Germanwings toca la montaña y se oyen los gritos desesperados de los pasajeros. Son los últimos ruidos de la grabación, relató Bild. Inmediatamente después, el aparato se estrella a 700 kilómetros por hora y se desintegra con sus 150 ocupantes en los Alpes franceses.
El fiscal de la ciudad francesa de Marsella, Brice Robin, explicó el jueves pasado que esta grabación puso de manifiesto que el copiloto atrancó la puerta de la cabina cuando el comandante se fue al baño, poco antes de estrellar el avión, lo que sugería que Lubitz trató deliberadamente de destruir la nave.
No obstante, la fiscalía alemana insistió que aún se encuentran inmersos en las investigaciones de lo sucedido para lo que han interrogado ya a un gran número de testigos del entorno personal y laboral del copiloto.
Además, recordó que no pueden entrar en especulaciones sobre los motivos que empujaron al copiloto de 27 años a estrellar supuestamente el avión de Germanwings con 150 personas a bordo, aprovechando un momento en el que el piloto salió de la cabina.
