Su orografía es similar a la del Distrito Federal, por lo que se podrían compartir proyectos.
México D.F.- Tras reconocer que un desarrollo urbano sustentable, vertical y armonioso, logra sentido de pertenencia en la ciudadanía y genera un cambio de mentalidad que logra, incluso, una transformación radical en cualquier ciudad, Simón Neumann Ladenzon, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), consideró posible replicar ejemplos positivos como el de Medellín, que se ha transformado de la ciudad más violenta en Colombia, en la más innovadora.
Como experiencia de su asistencia al Foro Urbano Mundial (WUF7 por sus siglas en inglés) efectuado en Medellín, Colombia, el titular de la Seduvi explicó que entre el gran intercambio de aprendizajes destaca la transformación de la capital de Antioquía, donde el desarrollo urbano le dio un giro total a la violencia, convirtiéndola en la ciudad más innovadora del mundo.
La única coincidencia de Medellín con México, destacó, es la orografía, por lo que muchos de los proyectos emprendidos en la ciudad colombiana, que ayudaron a regenerar el tejido social y lograr un sentido de pertenencia enorme, que recuperó la autoestima de toda una sociedad, pueden ser considerados para la Ciudad de México y otras urbes del mundo.
“No es un cambio de construcción de territorio, sino de actitud de la gente, de los ciudadanos y de los servidores públicos; a las comunidades, el desarrollo urbano les cambió la vida, la gente se apropia de los espacios y les da mantenimiento, muchas de las personas han mejorado sus viviendas, las pintan y siente un sentido de pertenencia en el lugar”, destacó.
Medellín –explicó- tenía territorio y barrios que estaban completamente aislados de la ciudad, por lo que se construyó un teleférico que convirtió esos puntos en sitios accesibles; en esos lugares altos, también se construyeron escaleras eléctricas que ha facilitado la movilidad a niños, adultos mayores y personas con problemas para caminar.
Ejemplos como el anterior, y la construcción de grandes espacios, de bibliotecas de primer mundo con capacidad para centros sociales en los que los ciudadanos participan activamente, deben ser considerados como proyectos a replicar en las ciudades con características similares en la orografía, añadió el funcionario capitalino.
“En Medellín, la primera labor que se tuvo que hacer fue la social, se trabajó mucho con los ciudadanos, por eso es claro que no se trata solo de un cambio de construcción del territorio, sino de actitud, inclusive muchos barrios se han transformado en turísticos, porque la gente los visita para ver su transformación”, dijo.
En el foro Equidad Urbana para el Desarrollo – Ciudades para la Vida, organizado por ONU-HABITAT, por un mejor futuro urbano, participaron representantes de más de 160 países.
