La epidemia de enfermedades crónicas y degenerativas que ataca a la sociedad a nivel mundial puede tener cura y ser completamente erradicada en 2070.
Ciudad de México (elsemanario.com).- A nivel mundial, las enfermedades se transforman. La humanidad ha evolucionado, de padecer enfermedades de tipo epidemiológicas – todas aquellas relacionadas a bacterias, virus, parásitos, etc- a sufrir de trastornos crónico degenerativos que, debido a la falta de medios para su completo control, ya alcanzan cifras de mortalidad de 36 millones de personas hasta el 2015 según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); también indica que el 29 por ciento de estas muertes se presentaron en personas menores a 60 años.
El tercer milenio arranca con una pesada carga sobre sus hombros: controlar y restablecer la salud de toda una población. Al parecer, la medicina moderna esta cumpliendo el objetivo y se enfoca en el gran proyecto del genoma humano. Se busca lograr una medicina dirigida a los problemas crónicos degenerativos que sufren las personas pero basada completamente en la estructuras genética de cada paciente, ésto es, una medicina personalizada.
La genómica personalizada representa una medicina muy distinta a la actual, de acuerdo con el doctor Leroy Hood, del Instituto de Biología de Sistemas de Seattle, Estados Unidos, uno de los pioneros de las tecnologías de análisis genéticos desarrollados en los últimos 30 años, ésta medicina comprende cuatro Ps y busca ser: Personalizada, Predictiva, Preventiva y Participativa.
Este nuevo acercamiento para atacar las enfermedades crónicas -que aumentan su prevalencia en un 17 por ciento cada año- se basa en detectar la enfermedad en etapas más tempranas, cuando es más fácil y menos caro tratarla con efectividad. Incluso, se puede conocer acerca de la enfermedad hasta diez años antes de que ocurra y evitar que se presente aún cuando la persona es portadora.
La estratificación de los pacientes es otra acotación muy importante para la genómica personalizada pues, de esta forma, se puede hacer una selección de las terapias más óptimas reduciendo los efectos adversos de los medicamentos de terapias más generales al establecer tempranamente las reacciones individuales a los fármacos. Además existirán nuevos blancos bioquímicos para el descubrimiento de fármacos, se reducirá el tiempo y costo del tratamiento y se podrá cambiar todo el concepto de atención que manejamos actualmente pues el énfasis no estará en la medicina reactiva -que trata el problema-, sino una preventiva -que actúa antes de que surja la enfermedad- .
La medicina personalizada intenta clasificar o estratificar pacientes de acuerdo con sus capacidades metabólicas para asignar a cada grupo la mejor opción de tratamiento y se perfila como el tratamiento definitivo al cáncer, diabetes, Alzheimer, Parkinson, enfermedades cardiovasculares,etc.
¿Cual es el panorama para México?
La medicina genómica personalizada ha llegado para revolucionar rápidamente la atención sanitaria en todos los niveles. Los países desarrollados invierten sus esfuerzos en perfeccionar esta atención médica y otorgan el 30 por ciento de su PIB en gastos de sanitarios -y cada año se aumenta un dos por ciento más- lo que conllevará a que para el 2070, un aproximado de 27 países, entre los cuales la mayoría son europeos, puedan gozar de una medicina genómica del más alto nivel según la revista inglesa de economía The Quarterly.
Desafortunadamente, los países en vías de desarrollo mantienen una tasa elevada de defunciones causadas por enfermedades crónico degenerativas; de acuerdo con la OMS éstos absorben el 80 por ciento de las muertes provocadas por dichos padecimientos y las predicciones no parecen ser favorables cuando se comparan las cifras. México, actualmente uno de los países de América Latina que más invierte en salud, tan solo otorga el 6.5 por ciento de su PIB total al sector sanitario y, de éste, un 2 por ciento debe de ser empleado para tratar los temas de salud psiquiátrica dejando a los sistemas de atención medica publica con un 4.5 por ciento total para tratar a toda una población que, a falta de medidas preventivas, cae rápidamente en un nuevo tipo de epidemia para la cual no estamos- ni estaremos en un futuro cercano- preparados.
