La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) ha recomendado que los estudiantes de secundaria y preparatoria comiencen sus clases después de las 8:30 a.m., para que los adolescentes puedan dormir lo suficiente durante la semana.
Entrar a clases más tarde puede reducir la inasistencia, mejorar la atención en clases y ayudar a conducir automóviles de forma más segura. Los alumnos también estarían más alertas y listos para aprender cosas nuevas durante el día, informa USA Today.
“Las horas de inicio de clases tempranas pueden a veces hacer que sea difícil que los adolescentes duerman lo suficiente en los días de escuela, y la pérdida crónica de sueño entre los adolescentes se asocia con una serie de problemas, incluyendo bajo rendimiento escolar, aumento de los síntomas depresivos, y accidentes de tráfico”, comentó el líder del estudio y ex presidente de la AASM, el Dr. Nathaniel Watson, en un comunicado de prensa.
“Comenzar la escuela a las 8:30 a.m. o más tarde le da a los adolescentes una mejor oportunidad de conseguir el sueño suficiente que necesitan para aprender y funcionar en su más alto nivel”, dijo.
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La AASM recomienda que los adolescentes entre las edades de 13 y 18 años duerman de ocho a diez horas cada noche para promover la buena salud y el bienestar.
Pero la mayoría de los adolescentes no cumplen con esos estándares, y se estima que más de dos tercios de los estudiantes de secundaria y preparatoria no duermen más de siete horas diarias durante la semana.
La AASM señaló que comenzar clases temprano interfiere con el ciclo natural del sueño de los jóvenes. El grupo advierte que la falta de sueño puede contribuir a bajo rendimiento escolar, aumento de peso, problemas metabólicos y mala salud del corazón, depresión y pensamientos suicidas, comportamientos de riesgo y lesiones relacionadas con los deportes, informa Reuters.
Además, la falta de sueño aumenta las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Los estudios demuestran que retrasar el inicio de clases una hora al día se asocia con una disminución de 16,5 por ciento en las tasas de accidentes. Otros beneficios que están vinculados son una mayor participación en las actividades escolares, menos faltas, menos tardanzas, menos signos y síntomas de depresión, menos irritabilidad, y un tiempo de reacción más rápido.
La AASM agregó que los adolescentes deben evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de ir a la cama o durante la noche, ya que su uso puede perturbar el sueño.