Organizaciones no gubernamentales buscan nuevas formas de hacer llegar la salud sexual a las comunidades mas pobres de la República Mexicana.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Mito: las mujeres que abortan, no quieren ser madres; realidad: el 66 por ciento de las mujeres que lo hacen, ya lo son.
El aborto legal del embarazo (ILE), es una realidad desde el 2007. En el Distrito Federal y en algunas otras entidades de la República existen clínicas privadas y gratuitas que lo practican de forma segura e higiénica.
Su trabajo se fundamenta en la creencia de que las personas tienen derecho a elegir continuar o no con un embarazo y en un país en donde los hijos son algo que simplemente sucede, estas instituciones pretenden mediante la promoción de servicios accesibles y de alta calidad de salud sexual y reproductiva, fomentar una cultura de cuidado y planificación familiar.
La mayoría de los embarazos no deseados son consecuencia de una falta de información y uso de métodos anticonceptivos. Aproximadamente uno de cada cuatro embarazos son de madres adolescentes, y cada once minutos una mujer muere a causa de un aborto mal practicado, según las cifras de la multinacional Marie Stopes, clínicas para el control y cuidado natal.
La falta de información es la principal causante de las múltiples muertes que ocurren a nivel mundial, como consecuencia de un pobre conocimiento acerca de métodos anticonceptivos, legalidad del aborto, clínicas de atención para la ILE, enfermedades de transmisión sexual. Aunado a esto existen en muchos lugares una tremenda falta de recursos y medios para acceder de forma gratuita a intervenciones quirúrgicas, centros de planificación familiar o anticonceptivos.
México es un país que vive bajo el rezago informativo en muchos aspectos, para la mayor parte de su población la educación sexual no es un derecho al que puedan acceder, principalmente por el tabú y los ‘miedos’ que existen ante una cultura abierta en temas de salud reproductiva y sexual.
Particularmente esto se ve reflejado en las comunidades de mayor retraso económico dentro de la República Mexicana, tal es el caso de Chiapas, estado en el que se presentan 55.8 muertes por cada 100 mil niños nacidos debiido a partos difíciles y de alto riesgo, presentes en mujeres que son muy jóvenes para lograr gestar y parir correctamente al producto.
Dado que, en estas comunidades no hay forma de acceder a los servicios médicos, la mayoría de los partos son atendidos en casa; solo el 22.6 por ciento de los nacimientos son atendidos en clínicas, el resto son atendidos por matronas o parteras. A partir del programa social Voz toh oolal: Promotoras de Salud Sexual, se busca que las partes no solo estén capacitadas para controlar problemas como hemorragias y primeros auxilios para el bebe, además serán una forma de conectar a las comunidades con la educación sexual y el cuidado natal.
Se busca reducir el índice de mortalidad infantil, espaciar el tiempo entre un embarazo y otro en las mujeres, empoderarlas acerca de su sexualidad y su derecho a ejercerla de forma segura; las parteras proporcionarán además recursos como condones, pastillas anticonceptivas, pastillas del día después y serán una pieza fundamental en la planificación familiar dentro de estas comunidades. Para este proyecto, su promotor Marie Stopes se dedicó al entrenamiento de 155 parteras que serán integradas a diferentes zonas de la república, entre ellas: Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Con ellas viajará un equipo de enfermeros, médicos y promotores de la salud.
La realidad para muchas mujeres, en números
El costo promedio de un parto, ya sea por cesárea o de forma natural, oscila entre los doce y los 27 mil pesos, dependiendo del hospital en el cual se realice y las complicaciones que puedan llegar a existir en este.
Si una mujer desea asistir a una clínica privada para practicar la ILE el costo será de dos mil 950 pesos, si lo hace para adquirir un método anticonceptivo intrauterino, los costos varían entre los 100 hasta los 600 pesos dependiendo del que se elija.
La salud, especialmente la salud reproductiva, no debería de ser un estado al cual solo accedan las personas que cuenten con los recursos monetarios para conseguirla. Especialistas coinciden que esta debe de ser promovida y mantenerse al alcance de todas las personas. El gobierno ha implementado campañas en las que regalan anticonceptivos, también ha instaurado clínicas gratuitas de atención a la mujer en las cuales se practica la ILE sin costo alguno, aun así, todos sus esfuerzos no han alcanzado a muchas zonas de la República y presentan mayor éxito en la ciudad de México, debido principalmente a las leyes que aquí están aprobadas. Las comunidades más alejadas se encuentran desprovistas en su mayoría, de prácticamente cualquier mejora o ayuda que este sector pueda implementar, las campañas y la ayuda externa es necesaria en la búsqueda de una promoción y facilidad de acceso en materia de salud sexual al alcance de cualquier persona.
