Luego de estar inmerso en un escándalo en donde varias personas resultaran intoxicadas por haber ingerido alimentos en la cadena de comida rápida Chipotle, esta se encuentra en crisis.
Ciudad de México.- Chipotle surge como una cadena de comida “casual”, que emergió con rapidez en Estados Unidos como una alternativa saludable y de bajo costo. Si bien todo iba de maravilla un escándalo ha puesto a Chipotle en la mira, afectando seriamente su operación.
Esta cadena de comida rápida se encuentra operando en modo crisis, resultado de una serie de casos de intoxicación alimentaria que obligó a cerrar locales en nueve estados y que empieza a tocar a todo su negocio.
[box type=”shadow” ]Actualmente, Chipotle opera más de mil 900 restaurantes en Estados Unidos, los cuales le han aportado ingresos en los nueve primeros meses del año equivalente a tres mil 500 millones de dólares. Chipotle está interesado en conquistar otros mercados con 17 locales en Canadá, Reino Unido, Alemania y Francia.[/box]
El nacimiento de Chipotle
Steve Ells fundó el negocio de burritos y tacos hace ya dos décadas en Denver (Colorado) buscando ofrecer una versión saludable a las hamburguesas y papas fritas. Así, logró atraer a un consumidor consciente de lo que come y demanda productos de calidad. Pero fue la libertad del usuario a confeccionar el menú, disparó el negocio y la cadena de comida mexicana logró crecer a un ritmo envidiable.
Sin embargo, esta semana tuvo que dar la cara al público y a sus consumidores leales a sus ensaladas de arroz y pollo, esto, a raíz de una serie de alertas sanitarias que se remontan al pasado mes de julio. Desde ese entonces, la compañía ha perdido la cuarta parte de su valor en la Bolsa.
A los primeros brotes de E.coli en Washington y Oregón, siguieron casos de salmonela y norovirus en Ohio, Minnesota, Nueva York y California. Las alarmas se dispararon el pasado lunes cuando 140 estudiantes en Boston enfermaron tras ingerir comida contaminada en un local de Chipotle.
Hasta el momento, la crisis estuvo confinada a titulares en los medios locales y a la dirección de Chipotle, que se limitó a decir que se trataba de “casos aislados”. Tres días después del incidente, el fundador garantizaba que se está actuando “de la manera más agresiva posible”.
Explicó que para reforzar sus sistemas de seguridad, además de limpiar a fondo los locales afectados, se sustituirían ingredientes y se cambiará la preparación de los alimentos. También reforzaran los controles en toda la cadena que le suministra los productos que integran su menú.
En este sentido, el consejero delegado se coloca ante la cámara y se disculpa, acción que reconfortó a los inversores. Todavía está por verse si esta estrategia es suficiente para recuperar la confianza de millones de clientes que llevan días escuchando noticias que incomodan.
