Jueves 29 de diciembre de 2016
¿Alguna vez habías escuchado del salario emocional? Tal vez es algo que estás perdiendo de vista y que lo puedes aprovechar para tener mejores oportunidades laborales.
Ciudad de México.- El mundo laboral tiene una serie de exigencias relativamente nuevas que han sido impulsadas por la generación de los Millennials y que han modificado la percepción de los beneficios que puede obtener un empleado.
De esta manera, más allá de pertenecer a una gran compañía, tener un puesto relativamente prometedor y un salario aceptable, las nuevas generaciones buscan también factores que les ayuden a desarrollarse integralmente dentro de una organización laboral.
Por lo tanto, buscan un buen salario emocional. ¿Pero qué es salario emocional? Según la Asociación Española para la Calidad (AEC), “es un concepto asociado a la retribución de un empleado cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo”.
De esta manera, el salario emocional se basa en las retribuciones que puede obtener un empleado en cierto puesto laboral y que determinan su modelo de vida. De cierta manera, es un poco la aplicación de la frase “trabaja para vivir”.
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Según Entrepreneur, un buen salario emocional debe permitir disfrutar de un esquema flexible donde se obtengan beneficios en todos los ámbitos de la vida: “salud, familia, esparcimiento y recreación”.
Otro factor fundamental para determinar si se tiene un salario emocional adecuado, es el nivel de satisfacción psicológica que ofrezca ese puesto determinado, así como los restos y las motivaciones que representa a nivel personal.
De esta manera, un empleado –sin importar el puesto que ocupe- se sentirá agradecido por el respeto y el valor que le otorgan a su labor, generando un sentimiento de pertenencia y un mayor compromiso para con la empresa.
Actualmente ya no basta con ganar sueldos envidiables y más bien la tendencia marca una ruta distinta, en donde el salario emocional puede ser tan importante como el monto económico que gana un empleado.
Así que si sientes que el salario emocional que recibes es muy bajo o que no está al nivel de lo que te gustaría ganar, es mejor buscar nuevas oportunidades de desarrollo.