Conoce estos pequeños detalles y aprende a ser un maestro en el arte de la negociación, algo que es fundamental para conseguir objetivos importantes.
Ciudad de México.- Aprende a ser un maestro en el arte de la negociación y consigue los mayores beneficios en esos procesos en donde se ponen en juego diversos objetivos que no necesariamente comparten las partes en disputa, por lo que tener una estrategia clara es fundamental para esto.
En los procesos de negociación es necesario tener dos estrategias claras. La primera se centra en la preparación de los argumentos para demostrar que lo que se propone tiene una razón objetiva y no se trata solo de una percepción personal, que pueda perder fuerza ante la posibilidad que esté fuera de la realidad.
Tal como lo señala el sitio Entrepreneur, “haz una breve investigación en la que definas cuáles son sus fortalezas y debilidades y documéntate lo más que puedas para obtener el beneficio, porque será vital a la hora de negociar y con esto lograrás ejercer presión”.
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De esta manera, aprende a ser un maestro en el arte de la negociación y a pesar de que tus objetivos pueden ser muy altos, debes considerar también un mínimo aceptable, con lo cual tienes un parámetro para manejar ofertas y mantener el control del proceso.
Además, visualiza diversos escenarios, desde los más productivos hasta los más negativos y prepara los argumentos para cada uno de ellos, estudia los posibles ataques en tu contra y con esto estás preparado en caso de tener que improvisar, algo en donde la mayoría de las personas cometen en errores.
Y aprende a ser un maestro en el arte de la negociación, atendiendo por otra parte la estabilidad emocional.
“Las emociones pueden jugar en contra tuya en muchos sentidos”, dice Entrepreneur, por lo que mantener la calma ante los ataques o provocaciones, así como no responder a ellos, es fundamental para desarmar al rival y por más tenso que este el momento, siempre hay que expresarse correctamente, respetar a las otras personas y evitar a toda costa tratar de intimidarlo con amenazas o insultos.
