Una gran parte del territorio nacional se encuentra en una zona de alto riego por los movimientos telúricos y luego de la experiencia de septiembre de 2017, estar preparados ante sismos sigue siendo una prioridad en México tanto para las personas como para las empresas, por lo que es necesario seguir una serie de recomendaciones para proteger el patrimonio y la seguridad de los individuos.
Ciudad de México.- Es una realidad de que en México diario tiembla. Algunos movimientos son imperceptibles, otros aumentan su intensidad y prueba de ello es que apenas el pasado 20 de marzo se presentó un sismo de 5.3 con epicentro a 75 kilómetro al sureste de Pinotepa Nacional, Oaxaca, el cual se sintió en algunas partes de la Ciudad de México.
Bajo el riesgo latente que implica esto tanto para las empresas como para las personas, crece la necesidad de contar con un seguro que proteja los bienes inmuebles de estos eventos naturales, algo que si bien es una medida que puede ser considera por muchos como exagerada, aún hay miles de edificios dañados después del 19 de septiembre.
Tal como lo señala El Economista, “sin importar el tamaño de la empresa, cantidad de empleados y el giro, se debe contar con un seguro que proteja el inmueble, mobiliario y flotilla ante cualquier catástrofe”.
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Esto debido a que el reporte hasta septiembre de 2017, era que solo el 5 por ciento de las pequeñas y medianas empresas contaban con un seguro ante desastres naturales, según cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Por otro lado, tanto para las personas como para las empresas, es necesario tener un kit de primeros auxilios con pilas, lámparas y de ser posible radios, además de documentos valiosos, para ubicarlos cercas de las zonas de evacuación y que tengan acceso varias personas al pasar.
Otra recomendación es digitalizar todos los documentos importantes y subirlos a la nube o servidores privados, con esto se limita el riesgo de perder información en caso de que se dañen las computadoras, las memorias USB o no se pueda acceder a los sistemas de cómputo en donde se guardan.
Así, los temblores son una constante en algunas zonas del país, además de otros fenómenos naturales como huracanes o inundaciones, por lo que estar preparados sigue siendo una prioridad en México.
