En el mercado laboral actual es muy común que las empresas reduzcan su planta laboral y en esa medida, las actividades pendientes se distribuyan entre los que aún permanecen en la estructura organizacional, reduciendo sus márgenes de acción con una agenda atiborrada, pero la pregunta clave que se deben hacer las compañías es si ¿aumentar las cargas de trabajo a los empleados es buena estrategia de producción?
Ciudad de México.- Aumentar las cargas de trabajo a los empleados es una medida que se asume como momentánea y pasajera, mientras se contrata a más personal o se hacen reajustes en el organigrama, pero la realidad es que poco a poco esto se convierte en una rutina y una obligación extra para los miembros de la empresa.
Esto genera desgaste emocional y físico, ya que no solo se tiene que cumplir con las actividades por las que fueron contratados, sino que ahora se les asigna otras para las que tal vez no están preparados, lo que a mediano plazo afecta su motivación y su productividad.
Ta como lo explica el sitio Entrepreneur, “si los empleados tienen muchas labores diarias, la energía comienza a disminuir poco a poco y el desempeño es deficiente”.
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Por lo que es necesario evaluar esta situación de manera objetiva y sobre todo en función de los beneficios obtenidos, ya que cuando un empleado se enfoca sólo a una cantidad razonable de actividades, lo hacen “sin preocupaciones extra y la energía se orienta a cumplir con ese trabajo”, y en esa medida, “se le entrega poder, autoridad, autonomía y responsabilidad, por lo que su autoestima estará constantemente en aumento”, dice el portal.
Por eso, tal vez las necesidades financieras y las exigencias del mercado hacen que las empresas tomen la decisión de reducir su plantilla laboral, no contratar a más personal y aumentar la carga de trabajo a los miembros de su equipo, pero esto puede afectar significativamente su productividad y su rendimiento en un periodo de tiempo.
