El sueño de muchos jóvenes es triunfar en el mundo empresarial y hacer crecer su proyecto como una startup que pueda innovar el mercado, pero cuidar los pequeños detalles alarga la vida de los nuevos negocios ya que con esto, se evitan errores muy costosos.
Ciudad de México.- Para nadie es un secreto que las micro y pequeñas empresas enfrentan un escenario desfavorable desde que comienzan a operar e incluso, la mayor probabilidad es que desaparezcan en los primeros dos años, por lo que hay que poner atención a todos los detalles que puedan ayudar a sobrepasar las etapas críticas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 25 por ciento de los nuevos negocios fracasan en los dos primeros años de vida y para los pocos que logran superar este periodo, el 90 por ciento de ellos quiebra durante su primera década de vida, por lo que “la esperanza de vida promedio de una empresa recién creada en México es de 7.8 años”.
Estas cifras son más representativas cuando las aspiraciones de las nuevas generaciones ya no son trabajar en empresas de manera permanente ni por largos periodos de tiempo, ya que su ideal es desarrollar proyectos propios que les permitan crecer en todos los ámbitos.
Tal como lo señala el Centro Idearse de la Universidad Anáhuac, “el mercado ha demostrado que los egresados ya no quieren trabajar en una empresa; han decidido optar por el camino de ser empresarios, poner sus propios negocios y tener un desarrollo profesional como emprendedores”.
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Cuidar los pequeños detalles
Este escenario hace que la exigencia y la responsabilidad sean mayores, debido a que ahora deben cuidar muchos detalles que antes se podían dejar pasar y no ponían en riesgo la viabilidad del proyecto.
Ahora, ya no solo es una cuestión de obtener recursos para operar o producir, sino de invertirlos de manera correcta en ideas que de verdad interesen al mercado y que ofrezcan una propuesta de valor que atienda las necesidades de los consumidores.
“Puede que se tenga una idea muy buena, pero si no se llega al cliente potencial es una inversión que no rendirá los frutos que pudo haber dado”, asegura Jorge Reyes, director del Centro Idearse de la Universidad Anáhuac.
Apostar por algo real
Otro pequeño detalle que comúnmente descuidan los nuevos emprendedores, es poner a prueba su producto entre el público para conocer su reacción, ya que asumen que su idea de negocio es la correcta y no aceptan críticas ni recomendaciones.
En otros casos, sucede exactamente lo contrario ya que una vez que se dan cuenta que su negocio no funciona, intentan de manera improvisada ofrecer más productos o servicios sin la calidad suficiente para ganarse la preferencia de los clientes.
Esta situación se podría resumir en aquella frase que se atribuye a Confucio y que dice: “aquel que persigue a dos conejos no alcanza a ninguno”.
Por tal motivo, antes de cometer estos errores, es mejor poner atención a las dinámicas del mercado, las oportunidades que se tienen de ingresar de manera exitosa y asumir que el camino del emprendedor es de preparación constante y que a pesar de los fracasos, el éxito siempre es posible.
