Robos, secuestros de camiones y extorsiones, son algunos de los delitos que enfrenta el sector productivo nacional y la inseguridad golpea a transportistas, turismo y empresas en general, generando pérdidas millonarias.
Ciudad de México.- La inseguridad se ha convertido en la principal amenaza para el sector empresarial, ya que incluso marcas con presencia internacional han sido víctimas de la delincuencia organizada.
Coca Cola tuvo que cerrar su planta en Ciudad Altamirano, municipio de la Tierra Caliente de Guerrero. La empresa explicó que “la seguridad y el bienestar de más de 160 colaboradores son la prioridad”, por eso tomó esa decisión ante la ola de amenazas que tenía en su contra.
Ferromex, la empresa de transporte ferroviario propiedad de Grupo México, sufrió un atentado el pasado 19 de mayo, luego de uno de sus trenes fue descarrilado durante su trayectos de Veracruz a Puebla y 39 carros y cuatro locomotoras perdieron el control.
Pero esto no has sido el único, más bien es parte del modus operandi que han encontrado los delincuentes para robar mercancías y extorsionar.
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Transportistas se quejan de inseguridad
Así, Ferromex aseguró que solo este atentado les dejó pérdidas de 312 millones de pesos pero en el primer trimestre del año se presentaron 852 eventos de robo a trenes principalmente en los estados de Puebla, Guanajuato y Jalisco.
Para el caso de los transportistas por carreteras, según cifras oficiales del gobierno federal, durante los primeros cuatro meses de esta año se registraron 3 mil 895 investigaciones por el delito de robo a transportistas, lo que representa un aumento de 6 por ciento en el mismo lapso de 2017; pero 3 mil 196 robos fueron con violencia.
Esto ha provocado que los gastos de operación, de logística y de seguros hayan tenido un aumento desproporcionado.
“Los costos se han encarecido por la administración de riesgos”, aseguró Enrique González, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), quien además afirmó que las pólizas de seguros han aumentado hasta 120 por ciento y “los deducibles de 5 por ciento al robo se van a 30 por ciento”.
Así, de acuerdo a un estudio elaborado por las cámaras empresariales, los costos de la inseguridad sumaron 92 mil 499 millones de pesos durante el 2017, lo que equivale al 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del sector de autotransporte en México.
El costo entonces es mayúsculo ya que, como afirma José Refugio Muñoz, presidente de la Comisión de Seguridad y Prevención del Delito de la Concamin, “imagínense cuántos camiones podríamos comprar, cuántas carreteras construir o modernizar, pero hoy es un costo que no agrega valor a la cadena de suministro”.
Turismo e inversiones en riesgo
Otras áreas productivas donde la inseguridad y violencia ha originado grandes pérdidas económicas, es el sector turismo y en particular para las empresas de Quintana Roo, ya que este estado ha perdido competitividad como destino turístico a nivel mundial.
De acuerdo a cifras del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), “la inseguridad e imagen negativa que afecta a Quintana Roo generó la pérdida de 300 mil turistas estadounidenses durante el 2017, cuya tendencia a la baja se extiende para este año”.
Esto es importante para la economía local y nacional, ya que según la Secretaría de Finanzas y Planeación de Quintana Roo, señaló que en el 2017 la entidad recibió más de 17 millones de viajeros, que dejaron una derrama de 8 mil 800 millones de dólares, “lo cual representa más de 30 por ciento de los ingresos a nivel nacional por la actividad turística”.
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