Para muchos, no es más que una manera de distraer a las multitudes; para otros, los menos aficionados, es una buena oportunidad para divertirse; pero lo que algunos no se imaginan es que el fútbol y su encanto dejan grandes enseñanzas para los emprendedores.
Ciudad de México.- Mario Benedetti fue uno de los más grandes aficionados al fútbol de América Latina; escribió mucho sobre este deporte y le dio ese toque intelectual que maravilló a varios en su momento, pero este poeta uruguayo escribió que “cuando pensamos que teníamos todas las respuestas, de repente todas las preguntas cambiaron”.
Esto resume en gran medida lo que sucede en el mundo de los emprendedores, donde todo cambia de manera inmediata y a veces ni siquiera hay manera de percibirlo, pero el secreto está en trabajar en equipo, tener a personas capacitadas en cada posición y contar con grandes líderes dentro de las organizaciones; tal como ocurre con un equipo de fútbol.
Pero entonces los emprendedores se convierten en ese personaje que tiene que diseñar estrategias, convencer a sus empleados de seguirlos y de hacer que todos trabajen en un mismo sentido, tal como lo hace un director técnico.
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La figura del líder dentro de un equipo
¿Qué se necesita para lograr esto? De acuerdo a Jorge Valdano, ex jugador del Real Madrid, de la selección argentina y campeón del mundo en México 1986, la figura del líder es una de las más enigmáticas pero fundamentales en todos los grupos sociales.
“Un líder es, ante todo, un seductor”, dice Valdano, por lo que “es alguien que consigue persuadirnos, conjugando capacidades y voluntades en busca de un fin que nos proporcione sentido y satisfacción”.
Y no necesariamente debe ser un virtuoso del estilo de Maradona o Messi, sino una persona capaz de atraer talento, administrarlo de manera productiva y hacer que los egos se sometan a un objetivo colectivo y no individual.
“El seductor consigue el equilibrio haciendo de la diversidad de talentos algo complementario y útil”, dice Valdano, por lo que la figura del emprendedor dentro de una empresa, es igual de importante que la de un entrenador en el vestuario de un equipo.
O tal como lo señala Ángel Cappa, otro entrenador argentino, “hay jugadores que con un técnico no juegan y con otros son figuras”. Eso mismo pasa con los empleados en las empresas.
El éxito individual contra el desarrollo de un equipo
Y al igual que sucede en las canchas de fútbol, en el ámbito de los negocios el éxito y los triunfos pueden ser vistos como un logro personal o como la consecución de objetivos que benefician a todo un colectivo.
Pero tal como lo explica César Luis Menotti, entrenador de la selección de Argentina campeona del mundo en 1978, “el 90 por ciento de los jugadores actuales no sabe jugar al fútbol entendiendo por tal, como un juego colectivo”.
Eso les puede pasar a muchos emprendedores o empleados de una empresa, que solo buscan lucir de manera individual. Pero esto tiene consecuencias peligrosas, ya que mientras más se avance de manera solitaria, más posibilidades existen de caer derrotado ante enemigos más poderosos.
“Cuando un jugador se da una aventura, una jugada individual, tiene que estar preparado para volver al ritmo del equipo cuando acaba esa aventura, acabe bien o mal”, dice Menotti.
Por lo que aquellos emprendedores que pierden el piso por ciertos “éxitos” y que lo acaparan para ellos solos, necesitarán tarde o temprano del apoyo de su equipo de trabajo para sostenerse en la cima.
Y finalmente, la estrategia es tan importante tanto en el terreno de juego como en los negocios, por lo que no importa el ritmo con el que se avance o se hagan las cosas, lo trascendental es buscar siempre opciones y no dejar de intentar.
“Napoleón no era un táctico, sino un estratega. Si tenía que cambiar, cambiaba. Eso vale para el fútbol también”, dice Menotti; y para los emprendedores ni duda cabe.
