Las características de cada persona son rasgos únicos que nos hacen diferentes, pero hay algunas reacciones que pueden ser muy peligrosas, por eso aprende a controlar tus emociones para no ser víctima de ellas.
Ciudad de México.- Generalmente la gente cree que aquellas personas que no se enojan, que siempre traen una sonrisa en el rostro o que se dicen felices en todo momento, son el mejor ejemplo de un control emocional absoluto, pero la realidad es que esto puede ser falso.
El ser humano por naturaleza tiende a pasar por diversos estados de ánimo todo el tiempo, ya que hay factores externos y detonantes fisiológicos, que nos hacen reaccionar de diferente manera, lo que de alguna manera podemos identificar como reacciones impulsivas.
Esas personas que no modifican su estado de ánimo seguramente están mintiendo, ya que no hay forma de reprimir tanto las emociones positivas como las negativas de manera absoluta, pero sí se puede tener control sobre ellas y mantener una sana relación con ellas.
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Lo que pensamos es lo que sentimos
La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) es una corriente de psicoterapia que tiene como uno de sus principales conceptos prácticos, el hecho de sentimos lo que pensamos.
Esto es, cuando estamos disgustados o enojados, reconocemos esa emoción, pero no somos capaces de detectar qué fue lo que detono ese sentimiento, por lo que si encontramos qué fue lo que detonó el malestar, podemos controlar lo que sentimos.
Entonces, la clave está en controlar los pensamientos y así evitar las sensaciones negativas. “Haz un inventario de tus sentimientos. Escúchate a ti mismo y sé honesto con lo que estás sintiendo. Te sorprenderás lo rápido que te conectas con tu interior”, recomienda el autor R. Michael Anderson.
En un texto para Entrepreneur, el experto en temas emocionales asegura que “distanciarte de las emociones hace que nos sintamos desconectados de la vida. Lo que es peor, cuando empujamos los sentimientos negativos, los mandamos al subconsciente donde se esconden en las sombras para salir en los peores momentos posibles”.
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Es natural pasar por momentos malos
Entonces, hay que entender que es natural enojarse, sentirse triste, enfurecido a veces y que también las personas se merecen la felicidad. Pero al mantener una sana convivencia con estas emociones, las personas son mucho más plenas, seguras y logran una estabilidad que detona el desarrollo en todos los ámbitos de su vida.
Tal como dice Michael Anderson, “una vez que hayas aceptado tu estado emocional actual, es momento de moverte a un estado mental positivo” y en “lugar de rechazar tener pensamientos negativos, permítete sentirlos y después reemplázalos por positivos”.
Es decir, volvernos conscientes de lo que pensamos y lo que sentimos. No es una tarea fácil, se necesita de mucho esfuerzo, constancia y esfuerzo para lograrlo, pero es algo que cambia la vida de las personas.
