Turismo de naturaleza, los aciertos del sector. Caso Xel Há y Ruta Lacandona

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Dejadas por la Sectur, empresas dedicadas al turismo de naturaleza han tomado la iniciativa de proteger los espacios naturales de los que viven. Esta podría ser la primera vez en México en que el sector empresarial sea el único preocupado por la permanencia de la natura en el país.

Ciudad de México.- ¿Serán los recursos naturales elementos en los que se pueda confiar para seguir atrayendo el turismo? La pregunta parece broma para los miembros del sector, quienes han tenido que hacer frente sumiso al turismo mexicano que no obedece a las indicaciones ambientales cuando acceden a reservas ecológicas y no cuentan con el apoyo de la Secretaría de Turismo para el desarrollo de normas que regulen el uso de los centros vacacionales incrustados en la naturaleza.

“Los centros ecoturísticos o las zonas arqueológicas son el ángel para atraer al turista, lo mas importante de estos es sobre todo la capacitación, no podemos lograr mantener un destino si no conseguimos que sea competitivo, es nuestro reto”, asegura Pablo Albores (director de la Ruta Lacandona) en entrevista a elsemanario.com.

“Nosotros, por ejemplo, el lanzar esta ruta es un proyecto con más de cinco años de trabajo en la parte que nos corresponde a nosotros y en la que no también, porque hemos estado agarrando al centro ecoturístico desde abajo, diciendo cómo atender a un cliente, cómo preparar un platillo, cómo dar la parte mínima de los estándares que se debe de tener, estamos trabajando por lograr certificaciones, distintivos, pues se requieren normas y que los guías cuenten con la norma de excursionismo”, tal como ocurre con los miembros de Experiencias Xcaret, en donde se llevan verdaderas tareas de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente como ocurre en toda la cadena de parques, entre ellos Xel Há, toda una experiencia acuática.

En él son preservados árboles de todas las especies que han dado cabida a la extensa herbolaria mexicana, se lleva a cabo un riguroso proceso de reciclaje y se alerta sobre el uso de bloqueadores solares diseñados para el convivio en mar, cenotes y ríos, algo que únicamente los turistas mexicanos no obedecen. Son el propio enemigo de su turismo, agreden la naturaleza a pesar de los esfuerzos de sustentabilidad que se hacen para garantizar, como lo afirma Albores a elsemanario.com, “que el cliente viva una experiencia y no solo en la parte sensorial y de la vista”.

En este esfuerzo, Xel Há es un centro turístico en el que se preservan características naturales de gran tradición natural donde la historia maya confluye todavía entre el capricho de las formas de cuevas, cenotes, senderos y un enorme río que en su encuentro con el mar, se permite a los visitantes atestiguar un verdadero drama de la vida donde se aprecian especies acuáticas, aves, reptiles y mamíferos como los delfines.

Dentro de estas experiencia, Xel Há ha logrado aprovechar el espacio natural para recordar la tradición de vida maya. Desde abejas meliponas que mantienen sus enjambres en troncos huecos, hasta esfuerzos inauditos como el mantener la existencia de plantas en un invernadero, en agradecimiento a la naturaleza que cede su espacio para la diversión turística.

-El factor naturaleza es un elemento determinante en el turismo nacional, ¿cómo lograr que esta no sucumba ante el desgaste de su uso? –se pregunta a Albores.

-Lograr que toda la cadena productiva comunitaria realmente sea sostenible, que comprenda que al dar un servicio profesional se puede recibir un ingreso y ayudar a su familia y esto de inmediato le cambia la percepción a las personas que viven en las comunidades de las áreas naturales, porque dejan cazar, dejan de talar; se meten a trabajar con las cuestiones ambientales y eso es el plus de este tipo de productos.

Entre los requisitos que los operadores de rutas turísticas necesitan cumplir estatal y federalmente, para explotar una zona de ecoturismo son contar con un registro nacional de turismo, contar con un distintivo N; ser miembro de la Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo y que sus se cuente con guías portadores de una credencial de excursionismo con la Norma 09.

-Turismo de naturaleza ¿un sector complicado?

-Es una realidad que el turismo de naturaleza en México es complicado, aun no se tiene una política en el segmento aplicado por la Sectur, está en un proceso. Se encuentra en avances pero lo más importante es que la Asociación Mexicana de Turismo de Aventura puede ser un eje rector que pueda contribuir a que se logre el objetivo. En el caso de la parte de la sustentabilidad, muy pocos operadores tienen esa parte en el caso de Chiapas, si nos vamos a nivel nacional, a partir de que se vuelve una política nacional con el nuevo gobierno, es apenas un tema que mucha gente está volteando a ver; lo más importante es que se logre que el producto sea primero sostenible, que se puedan aterrizar las políticas que se deban de aplicar en el segmento de naturaleza, las cuales no existen, pero a raíz de la iniciativa que se tiene con la Asociación, se está trabajando para que puedan consolidarse esas reglas y presentarlas a la Secretaría de Turismo como una iniciativa directa. Es un problema actualmente porque cualquiera puede llegar y operar un área natural y sin garantizar la seguridad de los habitantes, la conservación del área que sean realmente prácticas verdes; necesitamos desarrollarlas en conjunto, con los operadores del segmento para poder detallar esta política.

-Se ha sabido que en la construcción de hoteles se destruyen verdaderos tesoros arqueológicos para evitar clausura de la obra.

-Es un tema delicado pero te puedo decir lo que considero como operador, que definitivamente a veces por desconocimiento de las propias autoridades federales, no se tiene un inventario real de todo lo que está en proceso de construcción o inexplorado, entonces a veces la misma gente de la comunidad hace un saqueo sin darse cuenta, porque me llevo esta piedrita, me llevo esta plantita y entonces imagínate cuando las autoridades realmente quieren hacer algo, en estos lugares ya están saqueados. Se autorizan proyectos pero no cuentan con un estudio y cuando de repente llegan las autoridades a un área donde podría haber vestigios, pues lógicamente a veces no se cercioran las autoridades cuando se otorgan esos permisos.

“Habiendo tantas universidades públicas no se tiene la parte del turismo una especialidad para la parte antropológica, que ayudaría al mismo INAH (…) si hablamos en mi estado (Chiapas), en este podrías tener en las carreras de turismo o afines, tener esta especialidad y que las prácticas fueran para detectar sitios arqueológicos, para que se generen los resguardos y que este estuviera coordinado entre el INAH, la Secretaría de Turismo, los mismos empresarios que podríamos aceptar y aportar en esto”.

Por Octavio N. Cervantes.

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