Investigadores de la UNAM recordaron que en la gran mayoría de los animales que son utilizados para el turismo o el espectáculo sufren de maltrato constante.
Ciudad de México .- Usar animales salvajes para montar espectáculos o aumentar el número de turistas de un recinto es una actividad que implica que se maltraten a los mismos aseguró Álvaro López López, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A través de un comunicado, el científico detalló que una de las prioridades para evitar este tipo de abusos es crear conciencia en las personas acerca del abuso que viven estos seres vivos ya sea en zoológicos, acuarios, ferias turísticas, lugares de recreación o corridas de toros, entre otros.
Añadió que “en el Programa Universitario de Bioética, Paulina Rivero y Ángeles Cancino se han vinculado con esta problemática, y nosotros, en el IGg, la hemos asociado más con el turismo. Gracias a investigaciones hechas en México y en otros países, la costumbre de usarlos para esta actividad se ha cuestionado”.
También te puede interesar : Se han fugado 34 animales de los zoológicos de la CDMX
López explicó que los animales cuentan con un sistema nervioso central, al igual que los humanos, y por lo tanto experimentan dolor y bienestar; por ello, se debe cambiar el paradigma sobre prácticas que los involucran para atraer visitantes.
“Si asumimos que sienten y tienen derecho a vivir en el entorno que les corresponde, comenzaremos a cuestionar nuestras preferencias en cuanto a las actividades que realizamos para nuestro esparcimiento”.
En relación a los zoológicos y acuarios el científico aseguró que estos recintos cuentan con espacios muy reducidos para los animales, además de que en muchos casos no corresponden a su hábitat natural.
“En la naturaleza hacen recorridos muy largos y mantenerlos en espacios cerrados les causa daños permanentes. Además, adiestrarlos implica el condicionamiento de sus alimentos, que se traduce en un maltrato cotidiano”, aseguró López.
El universitario consideró que se deben entender que “no debemos valorar los recursos naturales en función de las necesidades humanas, porque poseen un valor por sí mismos; sobre todo, los animales, tienen necesidades y derecho a vivir con bienestar y sin sufrimiento”.
