Investigadores mexicanos desarrollan proceso “químico verde” para degradar el PET

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El PET no es un producto tóxico; sin embargo, su degradación toma más de 500 años. La acumulación de este material es el verdadero problema al que nos enfrentamos; por ello, investigadores de la UNAM proponen una solución económica, sencilla y eficiente para degradarlo.

Si bien es cierto que las campañas para disminuir el uso de productos PET (polyethylene terephthalate) han incidido en las decisiones de consumo de la población, aún queda mucho trabajo por hacer puesto que la erradicación total de estos se vislumbra lejana y su reciclaje parece poco redituable en términos económicos.

Es por esta misma razón que especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en distintos modelos para resolver los problemas que representa dicho producto para el medio ambiente. Tal es el caso de José Guillermo Penieres CarrilloJosé Guadalupe García Estrada y Luis Antonio Martínez Arellano, académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.

Los investigadores de esta institución desarrollaron un proceso “químico verde” (menos agresivo con el medio ambiente), económico, sencillo y eficiente para regenerar los monómeros (molécula que forma la unidad básica para los polímeros) del PET. El proceso consiste en agregar una hojuela de PET en un matraz y, posteriormente, arcilla natural mexicana como catalizador y medio de reacción. La mezcla es sometida a calentamiento térmico y el resultado es un sólido amorfo, un monómero llamado ácido tereftálico (ATF).

“Este monómero [ATF] puede ser empleado para generar nuevos envases y crear un polímero llamado Kevlar, capaz de soportar altas temperaturas y cinco veces más fuertes que el acero”, señala el comunicado de la UNAM.

José Guadalupe García Estrada explica que al hacer reaccionar el ATF con otro monómero se pueden generar materiales de alta resistencia que bien podrían usarse como material para chalecos antibalas, por ejemplo. Por otro lado, José Guillermo Penieres Carrillo descubrió que también es posible convertir el ATF en un benzimidazol con propiedades fungicidas in vitro, esto significa que potencialmente podría ser usado como fármaco.

PET a la mexicana

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se recolectan diariamente 86 mil 343 toneladas de basura y de este total, se separa diariamente solo el 11 por ciento de ella.

Ante estas cifras, en un boletín de la Cámara de Diputados del año pasado, se informó que la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales buscaba hacer reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos para regular el manejo de envases y embalajes de PET. Lo anterior como consecuencia de la cifra alarmante de 90 millones de botellas de refresco y de agua lanzados a la vía pública, carreteras, bosques, playas, ríos y mares.

Bajo este contexto y con cifras de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en mano, Germán Ernesto Ralis Cumplido, diputado de Movimiento Ciudadano, explicó que el consumo de PET en México asciende a 722 mil toneladas al año y que somos el segundo consumidor de envases de PET para refrescos en el mundo y el primero para recipientes de agua embotellada.

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