México, como parte de la estrategia internacional contra la pandemia de COVID-19, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) unieron fuerzas para que un grupo de universitarios destacados participen en la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI).
Con esto, y a través de las facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) y de Química (FQ), y del Instituto de Biotecnología (IBt), de la UNAM, la Universidad Nacional será un laboratorio centralizado para la medición de la respuesta inmune inducida por candidatos vacunables contra COVID-19, proyecto que dará al país nuevas capacidades y liderazgo en el desarrollo de vacunas.
El objetivo con este laboratorio centralizado será desarrollar vacunas contra COVID-19 y otras enfermedades potencialmente pandémicas.
De acuerdo con la UNAM, este laboratorio será posible gracias al sistema de calidad establecido por la Unidad de Investigación Preclínica (UNIPREC) de la Facultad de Química, liderada por Isabel Gracia.
Este tipo de iniciativas son las necesarias y que colaboran con la lucha de la comunidad médica y científica que día con día enfrentan a esta pandemia desde la primera línea en beneficio de la salud de millones de mexicanos.
Además, y ojalá así sea, de que este proyecto opere como se tiene estipulado sería un mensaje importante para el gobierno en turno y el que venga, que la mejor decisión siempre será priorizar el conocimiento y desarrollo científico en sector salud, en momentos como estos se observa la importancia del desarrollo en este rubro.
Producir vacunas, la solución ante el desabasto
La relevancia de esta iniciativa, en este sentido, es que México podrá ser capaz de producir sus propias vacunas contra el COVID-19, esto colaboraría enormemente con el plan de vacunación nacional, en medio de una crisis mundial donde la escasez y acaparamiento han cohibido el arribo de las vacunas necesarias para que la estrategia avance más rápido.
La dependencia de nuestro país hacia laboratorios desarrolladores en el extranjero, una variable que no podemos controlar, ha hecho que, por momentos, el plan de vacunación quede en vilo.
Ser dueños de nuestro propio destino cambia por completo la dinámica e impacta positivamente en el deseo que toda la población vacunable quede inmunizada contra el virus.
Además, que México desarrolle una vacuna efectiva contra el coronavirus cambiaría la perspectiva negativa de la comunidad científica, con mucha razón hasta cierto punto, entorno al manejo de la pandemia en nuestro país.
México crearía un precedente único para nuestra región de América Latina y el Caribe con el desarrollo de una vacuna contra una enfermedad que quitó millones de vida en un año.
Tal vez con esto, en futuras oportunidades la salud de todo en país no sólo esté a cargo del gobierno, sino de expertos en el tema y en donde ambas partes unan fuerzas, a manera de simbiosis.
Reunirse a través de comités en donde se puedan tomar las mejores decisiones en materia de salud para las y los mexicanos.
Si contamos con el talento y las oportunidades económicas para poder invertir, de ninguna manera la ciencia ni la salud puede considerarse gasto, en proyectos que impacten positivamente en la vida de millones de personas ¿por qué no apostar por nosotros?
Ofrecer las herramientas necesarias para tener resultados positivos
Hay una gran frase de Henry Ford, la cual podemos aplicar en todos los niveles de nuestra vida – desde el familiar, laboral, personal y demás – que es: ¨La visión, sin la ejecución es alucinación¨.
Cualquiera podrá tener la idea más noble o con la mejor intención del mundo, pero si esta no se puede ejecutar, termina siendo una mala idea, tal vez suene bastante egoísta, individualista o resultadista, pero la realidad es así.
Tenemos en nuestras manos una excelente oportunidad de cambiar el destino de nuestro país y enmendar los errores cometidos en el manejo de la pandemia y es importante que los intereses políticos o económicos de unos pocos no priven la oportunidad de que en nuestro país se puedan desarrollar soluciones en lugar de problemas.
Te puede interesar: Sin vacunas y sin presidente, México ocupa el 3° lugar en muertes por COVID-19
Resolver la pandemia y prevenir pare el futuro
Si hoy tenemos el problema de la escasez de vacunas que hacen que se aplace la segunda aplicación de la dosis (en caso de que el paciente haya sido inmunizado con la vacuna del laboratorio Sinovac, sólo necesitaría una dosis) inconveniente el cual, afortunadamente, no afecta de manera importante la inmunización del vacunado.
Otro problema sería que una persona se vacune con la dosis de un laboratorio en específico, pero, al momento de la segunda aplicación, se tenga que vacunar con la de otro desarrollador, hasta el momento no hay evidencia científica que compruebe algún inconveniente sobre este tema, pero tampoco se recomienda, si se aplica la dosis de un laboratorio es recomendable que la persona reciba esa misma dosis para la segunda puesta.
Son pocos los países que cuentan con laboratorios desarrolladores de vacunas contra el coronavirus: Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia, Suecia, y si revisamos los datos de la vacunación en estos países, de acuerdo con la Universidad John Hopkins, encontraremos un factor en común, la velocidad en que avanzan sus planes des de vacunación.
Mientras más podamos dependen de variables que dentro de nuestras posibilidades podamos manejar y controlar, mejores serán los resultados en la estrategia de vacunación.
Pero lo novedoso, o lo interesante, no es sólo que este proyecto se enfocará en resolver el problema que estamos padeciendo en este momento, sino que también estudiará cómo afrontar enfermedades epidémicas en el futuro.
Lo anterior es igual de relevante que atender la crisis del coronavirus, si algo nos enseñó esta pandemia, no sólo a México sino también al mundo, es que mientras mejor preparado se esté, mientras se cuente con más herramientas y personal para atender una crisis humanitaria, mejor librados saldremos de ella sin lamentar la perdida de tantos.
