El gobierno de México, principalmente el presidente, Andrés Manuel López Obrador ha mostrado, en múltiples oportunidades, su desinterés hacia el periodismo crítico e independiente a través de descalificaciones.
La frase ¨tengo otros datos¨ que se popularizó su uso desde Palacio Nacional, la prensa fifí, hasta los señalamientos directos de periodistas que escriben ¨ a favor ¨ o ¨ en contra ¨ del gobierno.
No sólo el presidente, sino los voceros defensores del gobierno se dedican a atacar al periodismo que realiza investigaciones para exhibir corrupción e incongruencias de la actual administración.
El caso más reciente es el ataque a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el presidente fue quien pidió expresamente de que se investigara de donde provenían los recursos con los que opera la organización, presidencialismo al más puro estilo.
Esta petición de AMLO se dio poco después de que MCCI exhibiera cómo el Gobierno federal tenía contratos con empresas que utilizaban outsourcing, mientras el presidente criticaba esta modalidad de contratación.
De esta forma, el gobierno cambió la discusión de una evidente incongruencia a otra completamente distinta, a querer atacar a una organización periodísticas por supuestamente hacer periodismo intencional.
La intención de este gobierno no es revertir las malas prácticas y mucho menos que estas se den a conocer, hasta el momento es crear un escenario de ¨ guerra ¨ entre ¨buenos ¨ y ¨ malos ¨.
Este gobierno se caracteriza más por sacar lo más rápido posible ¨ notas aclaratorias ¨ eximiéndose de cualquier culpa que tienen por sus actos de corrupción.
Un gobierno que llegó al poder gracias al periodismo
Una de las razones por las que hoy Morena y AMLO llegaron a ser gobierno es gracias al periodismo independiente y crítico que se hizo en las pasadas administraciones.
Los casos de Odebrecht, la investigación de La Casa Blanca de Peña Nieto, La Estafa Maestra, las empresas fantasmas de Duarte y un sinfín de trabajos periodísticos que expusieron la corrupción de gobiernos anteriores y creó indignación de la población.
AMLO se vendió durante su campaña presidencial como la otra cara de la moneda y promovió que en su gobierno no existiría Estafa Maestra ni mucho menos escándalos de corrupción.
En teoría su campaña se basó en criticar lo que hicieron mal las administraciones anteriores, acciones que fueron expuestas por el periodismo, para decir que su gobierno sería completamente distinto.
Hoy, ya que son quienes toman las decisiones se dieron cuenta que la crítica incomoda, como también incomodó a los gobiernos anteriores porque saben que el periodismo es la trinchera que les hace frente para evitar que hagan lo que quieran.
Eliminar el INAI, un atentado contra el acceso a la información
Una de las propuestas que demuestran que al presidente no le gusta el periodismo es la iniciativa de eliminar organizaciones civiles como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información (INAI).
Una de las herramientas que no sólo ayuda al ejercicio periodístico sino a la población misma a estar informada y que pueda consultar cualquier información de dominio público.
Las investigaciones periodísticas antes mencionadas se construyeron, en gran parte, gracias a la herramienta del INAI que permitió el acceso a esa información.
Eliminar el INAI, luego de años de lucha para que se consiguiese, sería volver en el tiempo 50 años, donde acceder a la información del gobierno era imposible y la opacidad estaba a la orden del día.
Se busca cambiar la dinámica con que se leen a los medios
Con estas acciones lo que el gobierno busca es cambiar las dinámicas en que los lectores ven a un medio de comunicación y consumen sus contenidos, como si detrás de ellos siempre existiera una intención.
MCCI es uno de los medios de la larga lista que han sido atacados por el simple hecho de recibir dinero de iniciativa privada, y que a causa de eso el periodismo que ejerce es con la intención de atacar el gobierno.
Para el gobierno sólo existen ¨ medios aliados ¨ o ¨ medios enemigos ¨ y quiere que la población lea bajo esa dinámica, cuando esto no es la realidad.
Si una organización periodística recibía en el pasado dinero oficial, eran calificados de propagandistas y adeptos al poder, si se recibe dinero de la iniciativa privada son periodistas con intencionalidad, si se recibe dinero del extranjero el periodista es un entreguista y si el medio subiste bajo suscripciones, entonces son unos limosneros.
Simplemente no les interesa que se haga periodismo porque les incomoda y como saben que su gobierno está lleno de incongruencias, buscan descalificar a quienes los exhiben para que la discusión pública no se centre en lo más importante, corrupción dentro el Gobierno Federal.
En el periodismo no hay una intención más que ofrecer temas de interés a la población, tener informada a la población con temas que afecta a su contexto y debe de conocer.
No podemos guiarnos bajo la premisa de que dependiendo de donde se financie el periodismo hay una intención detrás, bajo esa dinámica podemos concluir que Televisa, TV Azteca o La Jornada son medios pro-gobierno por la publicidad oficial que reciben, cuando la realidad no es así de simple.
Periodismo para la gente y la democracia
Al presidente se le olvida que el periodismo sólo le interesa servirle a la población y no a un gobierno, para eso existe el activismo. De hecho, el periodismo servil al gobierno fue algo que siempre criticó de las administraciones anteriores.
Que a este gobierno no le guste el periodismo, no significa que a los anteriores sí. Pero, la administración de AMLO cuenta con mayor legitimidad y debería cuidar mejor sus mensajes hacia la población.
Esas descalificaciones derivan en odio al ejercicio periodístico en el país que más difícil es ejercer la profesión, no dejemos que un presidente, funcionario público sin importar su partido.
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Evitemos que se disocie la relación entre la prensa y la población, no busquemos vivir enfrentados, si algo podemos aprender de los errores de otras naciones, seguramente nos queda muy cercano el de Estados Unidos y cómo la intención de crear un panorama de guerra entre ¨ buenos ¨ y ¨ malos ¨ perjudica nuestra convivencia y nuestra democracia.