A todos nos gusta el helado o el raspado, ¿verdad? Es uno de los postres que más consume la gente, en especial los niños. Sin embargo, si una persona consume este platillo de lácteos demasiado rápido, puede correr el riesgo de sufrir el cerebro congelado, el cual, es una experiencia de dolor de cabeza.
El notorio cerebro congelado es un simple dolor de cabeza que recibe el mismo dolor que una migraña, sucede de forma rápida cuando una persona consume un plato o bebida extremadamente fría a un ritmo veloz.
De acuerdo con el portal The Huffington Post, al consumir un platillo como el famoso helado (crema helada) o un raspado (granizado de hielo y sirope) el cambio repentino de temperatura provoca una dilatación en la arteria carótida interna (el vaso sanguíneo que transporta la sangre hacia el cerebro). Al cambiar radicalmente la temperatura de la sangre en el cerebro sufrimos un dolor de cabeza.
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No obstante, otra teoría presentada por el instructor de neurología del hospital de Brigham, Jorge Serrador, apunta que el paso repentino de la sangre de los vasos a una temperatura diferente provoca una presión en el cráneo, dando como efecto la molestia en la cabeza.
Si llegara a pasar por esta inusual experiencia existen ciertas recomendaciones que pueden alivianar rápidamente este dolor. La solución más efectiva pero imposible de realizar es dejar de consumir alimentos extremadamente fríos, como el helado.
Sin embargo, si eres una persona apasionada por el helado y llegara a sufrir este percance, lo mejor que se puede hacer es tocar el paladar con la lengua, ya que la lengua es cálida, ayuda a aumentar la temperatura de la boca. Otro recurso es el consumir tomar, inmediatamente después de sufrir cerebro congelado, agua tibia u otro líquido tibio.
