Durante el Tercer Festival de Autores de Cómic, el historietista Milo Manara se preguntó por qué en el mundo contemporáneo podemos ver miles de escenas de asesinatos y sangre sin ningún escándalo, pero todavía escandalizan las piernas, el sexo y los pechos de una mujer desnuda.
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Ciudad de México.- El erotismo está mal visto en una sociedad que rinde culto a la violencia, afirma Milo Manara, quien se preguntó por qué en el mundo contemporáneo podemos ver miles de escenas de asesinatos y sangre sin ningún escándalo, pero todavía escandalizan las piernas, el sexo y los pechos de una mujer desnuda.
“Nos han dicho que el sexo y el erotismo son algo malo y que ver cómo alguien le quita la vida a otro con un arma es lo aceptable”, afirmó el legendario ilustrador erótico, quien compartió una charla en el Tercer Festival de Autores de Cómic, que se realiza en el marco de la 33 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Recibido con vítores y aplausos en el Teatro de las Artes, Manara compartió una charla con el periodista Jaime Calixto Albarrán y el experto en comics Marco Orso.
Manara recordó que en su juventud fue maoísta y siguió muchas búsquedas relacionadas con el pensamiento de los años sesenta, respaldando la cultura, la lucha obrera, así como la revolución sexual.
“Hoy muchos dicen que quizá Berlusconi se inspiró en algunas de mis ilustraciones para hacer algunas de sus fiestas”, comentó con humor Manara, quien evocó cómo el erotismo fue un pilar de los años sesenta para crear también revolución.
“La línea que separa el erotismo de la pornografía, hay muchas teorías, para mí si algo es excitante es erotismo y si no lo es, se trata definitivamente de pornografía. Yo crecí en una época donde la revolución era básicamente la aventura humana, y el erotismo fue una bandera en la que muchos encontraron una forma de expresarse”.
Milo Manara dijo que ha tenido muchas influencias y maestros como Federico Fellini, pero siempre ha tratado de construir con sus ilustraciones un universo propio.
“Cuando me preguntan que de dónde vienen las mujeres maravillosas que aparecen en mi trabajo, siempre respondo que de mirar en la calle, uno sólo tiene que observar, en cualquier lugar hay mujeres tan bellas como un sueño, muchas de ellas traté de inmortalizarlas en mi trabajo y creo que no me acerqué siquiera a su verdadera esencia”.
Dijo que en la ilustración erótica hay un mínimo porcentaje de inspiración y un noventa por ciento de transpiración, y por ello confesó que todo en el mundo de los comics comenzó como un juego.
“Tardé mucho en tomarme en serio a este medio, no pensaba en los mensajes, no pensaba en que habría un contenido o cierta filosofía, yo lo hacía por divertirme, si pudiera describirme yo diría que soy ante todo un lúdico”.
El autor lamentó la doble moral que existe en el siglo XXI con respecto al sexo y el erotismo, resaltando fenómenos como el que en Estados Unidos existan series de televisión sobre asesinos seriales, pero si una cantante muestra un seno durante el super bowl es motivo de escándalo nacional.
“Puedo decir con orgullo que nunca he dibujado un muerto, no me interesa, hay demasiadas cosas que disfrutar en la vida como para perder el tiempo difundiendo el horror”, concluyó Milo Manara, quien fue despedido con una ovación y durante más de dos horas firmó carteles e historietas de admiradores, quienes hicieron una larga fila en el Teatro de las Artes.
