El deseo de autosabotaje

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¿Haz preparado algo con anticipación y ese día algo malo ocurre? El deseo de fallar está implícito en todos nosotros.

Ciudad de México.- El gato negro cuenta la historia de las voces emparedadas que se esconden tras los muros y provocan que incluso el plan mejor ejecutado pueda arruinarse. En la historia el personaje es delatado por su paranoia en la vida mas inmediata las personas sufren un proceso parecido que las lleva no a ser juzgadas sino a limitar sus capacidades.

El miedo a realizar cosas por la creencia de que estas serán difíciles o resultaran trágicamente esta presente en la mayoría de los individuos, este miedo es provocado entre otras cosas a una pobre percepción de las capacidades personales y las habilidades con las que se cuentan para afrontar las consecuencias. Este miedo puede ser manifiesto, explicito y ampliamente hablado consigo mismo/ con otros, o bien, puede ser latente, el motivo mas verdadero y generalmente oculto incluso hasta para la propia persona.

En todo caso el miedo, cuando no es atacado con las herramientas adecuadas, se mantiene como una idea semi presente que surge en diferentes momentos. Uno de esos momentos por lo general suele ser cuando la persona esta a punto de hacer un cambio significativo o realizar algo que tiene una relevancia importante en su desarrollo personal, por ejemplo cuando se ha estudiado para un examen toda la noche pero a la mañana siguiente no llega a la escuela o se ha logrado salir de una relación destructiva solo para entrar a otra.

Existe en cada uno de nosotros un intento de sabotaje que lleva a las personas a permanecer dentro de sus conocidas costumbres arraigadas por un miedo o deseo inconsciente. Muchas veces cuando resulta que las cosas ‘no están saliendo como uno espera’ es preciso preguntarse antes si eso será realmente lo que se desea. Aun cuando existe la posibilidad al cambio, este requiere siempre una ruptura de algún tipo una readaptación a un cambio interno y externo, si bien es la base de la prevalencia humana también es una actividad que requiere de esfuerzos psíquicos que, dentro de nuestra concepción en ese momento, resultan demandantes. Se busca acceder de manera consciente al deseo de búsqueda mientras que inconscientemente el sujeto se mantiene aplicando un limitado rango de movilidad hacia el cambio, no de forma intencional sino como básico instinto de conservación.

En él convergen un cúmulo de miedos y percepciones distorsionadas que lo llevan a actuar en consecuencia de cómo se visualiza y como percibe que podrá solucionar o adaptarse a los requerimientos del futuro, en ocasiones el miedo lo paraliza y le impide realizar una serie de actividades que se propuso a culminar.

Estas personas no suelen terminar sus proyectos, mantienen relaciones afectivas poco saludables con cada una de sus parejas o buscan patrones similares en ellas, suelen aplazar las fechas o avanzar ampliamente en algún ámbito de su vida para después arruinarlo de alguna forma. Este es un mecanismo de defensa que puede presentarse en cualquier persona y a cualquier edad, aun cuando no es el punto central dentro de un tratamiento es un rasgo que desaparece con facilidad una vez que se ha iniciado alguno.

Es decir, esta no es la pieza central del problema solo una manifestación conductual del síntoma y el tratamiento consistiría entre otras cosas en una exploración profunda acerca de los miedos y la auto percepción del individuo, es importante reconocer que aun cuando, por lo general, no es necesario tomar ningún tipo de terapia profesional es recomendable mantener un proceso constante de insight y autorreconocimiento de forma personal.

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