Cada 9 de diciembre como hoy, me gustaba preguntarle a Arenero lo que se había vivido en México con la llegada de Manolete aquí en 1945 y él con la mirada brillante que tenía la rememoraba para los que ya nos la sabíamos sus hijos ( Francisco Víctor hoy en día con él en el cielo) conforme fuimos llegando al mundo y los amigos nuevos que nos acompañaban a celebrarlo en compañía de mi tesoro más grande, Lolita su esposa y mi madre que hacía cara de novedad cuando ella hoy en día todavía me repite la anécdota para recordar a su pareja de toda la vida.
Pues bien en el 2012 contar que el 9 de diciembre en La México se lidió un encierro disparejo, débil y en muchos momentos de comportamiento light al de Marrón, del que sólo sacó provecho Eulalio López El Zotoluco quién entre división de opiniones recibió dos generosas orejas que le otorgó el juez de plaza para salir en hombros.
Indudablemente lo valioso de la faena de El Zotoluco fue la muestra de sólida tauromaquia del torero en una parte de su vida taurina en la que brilla por su experiencia y reposo con su primero por fallar con el acero perdió una oreja que ya tenía ganada por su labor.
José María Manzanares se fue sin pena ni gloria al igual que Mario Aguilar que apuntó temple en el que cerró el festejo. En el quinto un buen puyazo de David Leos le valió para salir entre ovaciones.
El domingo 16 de diciembre reaparece en La México Juan José Padilla con Federico Pizarro y Joselito Adame en el cartel, con mucho gusto lo esperamos. Ya veremos quién se lleva el gato al agua.