Mi querido hermano Francisco Víctor al que el año pasado Dios requirió a su gloria, así hubiera titulado la hasta hoy exitosa comparecencia de los toreros mexicanos en Madrid, tanto en la Feria de San Isidro como la llamada del Arte y la Cultura.
De tres, tres y además el más reciente Adame incluso se pudo ir en hombros de los aficionados de no ser por sus fallas con la toledana. Joselitouna oreja en el festejo que inauguró ayer la Feria de Arte y Cultura de Las Ventas, y luego de una importante faena al toro que cerró plaza de la ganadería de Montecillo.
A Joselito me lo encontré con quince años en el Metro de Madrid acompañado de Roberto Fernández El Quitos, ilusionado por qué estaba iniciando su preparación hace casi 10 años en España, hoy es un realidad patente.
Es grato relatar que un mexicano conquistó Madrid con el puño firme y a punto estuvo de igualar a Eloy Cavazos, como el último torero hecho en México y mexicano en abrir la Puerta Grande de Las Ventas, hace 41 años. Curiosamente en 1990 un mexicano de nacionalidad, Fernando Lozano, hijo de Don Pablo de madre (QEPD) de San Luis Potosí, lo logró en 1990,sólo es un dato curioso, la realidad es que Fernando es un torero hecho totalmente en España, aunque sea nuestro paisano.
Joselito con el capote y con la muleta dio muestra de madurez y de inventiva. Sus compañeros de cartel Antonio Ferrera y Serafín Marín, fueron pálidas sombras ante la grandiosidad y la inspiración del torero de Aguascalientes.
Faltan todavía Sergio Flores y Juan Pablo Sánchez, ya les platicaremos.