Antes de la construcción del canal de Panamá a principios del siglo XX, la región comercial más importante de América Latina, hablando en términos de rutas marítimas, era el istmo de Tehuantepec. Esta región fue durante finales del siglo XIX y la primera década del siglo XX, un punto de convergencia cosmopolita, pues navegantes de todo el mundo tocaban puerto para redistribuir sus mercancías las cuales provenían de Europa y Asía con destino principalmente hacia Estados Unidos. Suceso que provocó que México estableciera relaciones bilaterales con diversas naciones.
La región comenzó a perder popularidad con la creación del canal de Panamá, este istmo era mucho más estrecho, lo que propicio que el comercio se enfocará en este paso para transportar mercancías de un océano a otro. Poco a poco Panamá fue estableciendo relaciones diplomáticas con diversos países del mundo, entre ellos Taiwán, a quienes los panameños reconocían como los herederos legítimos del territorio de China.
Tras años de amistad diplomática, anteayer 13 de junio, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, decidió poner fin a la relación bilateral con Taiwán; lo que significó un duro golpe para el pequeño país, el cual, solo resguarda relaciones internacionales con 20 países del mundo, de los cuales, la mayoría se encuentran en la región de América Latina y el Caribe.
Cabe mencionar que el fin de la relación bilateral, se debió al pedimento del gobierno de China, ya que cualquier nación que desee relaciones diplomáticas con este país debe de terminar su vínculo diplomático con Taiwán. Panamá justifico su acción como un acto responsable, agradeciendo a Taiwán por los años de amistad.
¿Responsable bajo qué criterios? Ahora sí que como dijera un famoso dicho, “vienes, comes y te vas”. Es de entender que China tenga los ojos puestos en Panamá, pues como la segunda economía más poderosa del mundo, su interés en la inversión de rutas de acceso marítimo era de esperar.
Por su parte Panamá, tomó una decisión económicamente prudente. En unos meses este país liberará una concesión para la inversión en infraestructura en terrenos a fines al canal. Y por supuesto, así como lo fue Estados Unidos hace más de un siglo, China es el inversionista más atractivo.
Panamá sabe que goza de un bien sumamente valioso para el comercio internacional, China sabe que puede aumentar sus ingresos y exportaciones, ¿quién resulta afectado? Taiwán. Esta nación sabe que no tiene el potencial para competir con lo que denominaron “la diplomacia del dinero”.
Ahora queda más que claro que en el juego de la política internacional monetaria no existen los amigos, solo el beneficio. El comercio y el crecimiento económico es hoy en día el sustento para la diplomacia; las relaciones bilaterales pareciesen solo son una ilusión del sistema capitalista deshumanizante de nuestros días.
Samuel Podolsky
@sampodol
spodolsky@elsemanario.com
Como siempre, extraordinaria reflexión y si, resulta muy triste que el único valor universal sea el valor del dinero.
El dominio económico les asegura a las potencias económicas su primacía, y consecuentemente al resto de los países a nivel global, les impone salvaguardar su propio poder económico para subsistir. Nada nuevo, verdad?
una pregunta que concluye en los intereses ocultos o negociaciones extremas que me indican por ejemplo, porque no se han construido las rutas o carreteras suficientes vías de ferrocarril y por supuesto las pistas aéreas … por que Mexico no es beneficiario de este segmento y panamá si
que nos nos permite ofrecer un ahorro mayor al de panamá en tiempos y costo hay uds dirán
México destruyó su infraestructura ferroviaria de pasajeros y desafortunadamente la de transporte de productos, mercancías y demás bienes. Lo poco que ha quedado, es inmensamente ineficiente y sin sentido progresista hacia darle al país eficiencia competitiva.
Panamá es relevante en el tránsito global hoy en día por su cruce interoceánico, mas no terrestre.
El gran proyecto de más de 100 años de haberse concebido, de Salina Cruz a Coatzacualcos, trae un diferencial importantísimo que convertiría a México en el abastecedor interoceánico hacia y de Norteamérica y Suramérica a nivel global, por mr y tierra.
Sigue siendo un sueño que no se hace realidad por motivos políticos internos que se agravan por la inseguridad en general y en particular en la transportación interestatal , que crece en el país sin un proyecto claro y decidido que lo resuelva