De mi nota anterior, ¿Y si fuera la natalidad? (http://bit.ly/2tMzS05), publicada en El Semanario la semana pasada, recibí muchos comentarios, sólo algunos aparecieron en el periódico, pero personalmente y a través de vía epistolar recibí más, algunos mostrando su acuerdo con lo expuesto, pero más expresando su desacuerdo, varios mencionando que el esfuerzo sobre la natalidad en México ha sido ejemplar y otros comentando que antes hay que atacar la pobreza y los bajos niveles de educación. En esto no puedo estar más de acuerdo; cualquier esfuerzo de control de la natalidad requiere de educación y tiene un impacto importante en la pobreza de la población. La causalidad en este caso también corre en sentido contrario.
Me referiré ahora a los embarazos en adolescentes que probablemente desaten menos discusión al ser más claro el riesgo para la madre y el producto, y también más notables las consecuencias sociales.
A continuación, muestro a ustedes dos tablas, una que contiene los nacimientos por año y la otra de fallecimientos por año en México, de 1994 a 2015, en donde vemos que, aunque el número de nacimientos ha disminuido, y el de fallecimiento se ha incrementado, nuestra población sigue creciendo.1,2,3
Lo que no ha disminuido es el porcentaje de embarazos en adolescentes. En este periodo, las cifras se han incrementado para estabilizarse en los últimos años, pero en niveles muy altos; en la siguiente tabla se los muestro.4
No hay duda que el embarazo en adolescentes acarrea graves consecuencias; entre menor es la edad de la madre, más graves son. En el grupo de adolescentes gestantes la mortalidad materna es mayor que en madres de otros grupos de edad. La mortalidad perinatal del producto también es significativamente mayor. La frecuencia de enfermedad hipertensiva e incluso de eclampsia es mucho más alta. La necesidad de cesárea se incrementa e incluso las complicaciones hemorrágicas durante el parto y el puerperio son mayores.5,6,7 Las consecuencias sociales, culturales y económicas son aún más grandes y, por supuesto, mucho más duraderas. La necesidad de dejar los estudios, si es que acudía al colegio, está casi siempre presente. La dificultad para encontrar un empleo bien remunerado es mayor. Si le agregamos que además esa niña tiene ahora un hijo a su cargo el reto se vuelve tremendo. Sólo pocas veces cuentan con apoyo familiar que pueda disminuir los enormes aprietos a los que se enfrentan. Hay un estudio que muestra que la compañía de la pareja, generalmente joven o muy joven como ella, no mejora la situación.9
En México PROMAJOVEN, un órgano de la Secretaría de Educación Pública, ha hecho magníficos estudios donde se demuestran verdaderas tragedias sociales. Resaltan varios aspectos, el embarazo adolescente es más frecuente en las mujeres pobres, pero más aún en las mujeres pobres e indígenas. Un porcentaje menor es consecuencia de sexualidad forzada; sin embargo, la mayoría sucede por prácticas sexuales consentidas, por supuesto sin la información adecuada, aunque hasta 40% las realizan para intentar embarazarse, por factores educacionales, familiares o personales; la costumbre de matrimonios con mujeres jóvenes o muy jóvenes persiste y la cualidad de ser fértil es un valor en determinadas comunidades y condiciones.10 Pareciera entonces que mujeres jóvenes marginadas o muy marginadas gestan al casi 20% de los nacidos vivos en México, pero además sus hijos se enfrentan a una grave situación de marginación social, lo que además agrava la de la madre y en ocasiones a toda la familia.
Casi cuando estaba por terminar esta nota leí en el diario El País una editorial de Melinda Gates,10 en la que se refiere al embarazo adolescente, mencionando de manera muy clara sus consecuencias y lamenta que las mujeres jóvenes no utilicen adecuadamente los anticonceptivos, porque no los conocen, no los saben usar o no tienen acceso a ellos. Menciona que 1,200 millones de habitantes en el planeta están en este periodo de edad, pero que en caso de no resolver el problema, no resultarán un bono para la humanidad, al contrario, seguirán siendo una carga.
Es una paradoja que en México, el país en que se descubrieron los anticonceptivos, se inició su uso y sobre todo su comercialización, la población, por diferentes razones, no tenga acceso a ellos y mucho menos la población menor a los 20 años.
En la siguiente tabla ejemplifico lo que ha sucedido con el embarazo adolescente en diferentes países de 1960 a 2015, en algunos de ellos nunca parece haber significado un problema como en Japón y España; en otros, que en 1960 tenían cifras muy altas, han logrado disminuirlas significativamente como en Alemania, China y la India; otros casos, o no se ha hecho el esfuerzo suficiente o ha resultado infructuoso, como en Venezuela, Bolivia, Argentina y México. No todos son fracasos en Latinoamérica, Perú ha desarrollado una campaña específica a lo largo de los años y de tener cifras mayores que México en 1960, ahora las tiene menores de la región.11
Lecturas recomendadas
- http://www.beta.inegi.org.mx/temas/natalidad
- http://www.datosmacro.com/demografia/mortalidad/mexico
- http://www.beta.inegi.org.mx/app/tabulados/pxweb/inicio.html?rxid=75ada3fe-1e52-41b3-bf27-4cda26e957a7&db=Mortalidad&px=Mortalidad_1
- http://www.beta.inegi.org.mx/temas/natalidad
- Medhi R, Das B, Das A, Ahmed M, Bawri S, Rai S. Adverse obstetrical and perinatal outcome in adolescent mothers associated with first birth: a hospital-based case-control study in a tertiary care hospital in North-East India. Adolesc Health Med Ther. 2016 Apr 1;7:37-42. doi: 10.2147/AHMT.S91853.
- Lisonkova S, Haslam MD, Dahlgren L, Chen I, Synnes AR, Lim KI Maternal morbidity and perinatal outcomes among women in rural versus urban areas. CMAJ. 2016 Dec 6;188(17-18):E456-E465. Epub 2016 Sep 26.
- Lisonkova S, Potts J, Muraca GM, Razaz N, Sabr Y, Chan WS, et al. Maternal age and severe maternal morbidity: A population-based retrospective cohort study. PLoS Med. 2017;14(5): e1002307. doi: 10.1371/journal.pmed.1002307
- Valencia V, León M. Características de la madre adolescente y su recién nacido. IMP enero-abril 1997. Tesis, Facultad de Medicina, UNMSM. 1998.
- Embarazo adolescente y madres jóvenes en México: una visión desde el PROMAJOVEN. Secretaría de Educación Pública. México. 2012 ISBN 978-607-9200-63-3.
- Melina Gates. Un arma contra la pobreza. El País. 11 Julio 2017: 16.
- http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.ADO.TFRT
Felicidades Dr. Ramiro, puso Usted el dedo en la llaga. Además de los problemas biológicos y médicos, lo más importante a mi juicio es el embarazo en una chica que aún no tiene la madurez necesaria, no tiene apoyo económico y en los más de los casos, está sola para enfrentar la responsabilidad de tener un hijo. Si, el problema es de educación. Si ésta se tiene, seguramente la chica y su novio no habrán de procrear y sabrán que existen opciones para que esto no suceda.
Gracias Dr. Wacher
Esta publicación junto con la anterior del Dr Ramiro ponen el énfasis en el diagnóstico sobre las consecuencias de nuestra cortedad de la planeación en políticas públicas y de estado en el crecimiento poblacional desordenado no somos una sociedad consistente si que hubo un programa de control de la natalidad eficiente pero transitorio y así no hay programa social que realmente modifique el futuro
Hace unas horas leí el artículo publicado por El presidente Macron en Francia el verdadero problema de los paises africanos y en mi opinión hay paralelismos muy claros en América latina es el problema de civilización y demografía
No hay ahora ni habrá en el futuro programas sociales como los que sabemos diseñar en México basados en la dádiva que alcance la velocidad de la tasa de crecimiento poblacional viendo como el embarazo de adolescentes en áreas rurales que están a sólo 200 de la Cd de México en que la abuela fue madre a los 13 años , la madre también fue madre a los 14 y ahora la hija se embaraza a los 15, y así niñas de 17 años son madres de tres niños ese es solo un muy pequeño ejemplo de cómo se construyen las cifras que tan atinadamente nos ofrece el Dr Ramiro
Gracias Dr gracias a este espacio de opinión
Dra Cecilia Ximenez Profesor e Investigador Fac de Medicina UNAM
Perdón por los errores en la falta de las siglas De km y errores de puntuación resultado de escribir en movimiento sobre el pavimento de
Nuestra Cd
Os de mi comentario previo
Parece que no se vislumbran los caminos para menguar esta situación; por supuesto que la solución es educativa pero las acciones de este tipo tienen una latencia prolongada y mientras nos llenaremos de madres adolescentes y sus niños. No obstante, tener más claro el problema debe ayudar
La solución al problema del embarazo en las adolescentes no pasa, estrictamente, por la Secretaría de Salud; en todo caso por la de Educación en donde debe enseñarse el proceso de la reproducción y sus repercusiones.Pero la solución más eficaz está en el seno de la familia; tan es así, que un porcentaje alto de mujeres que tuvieron a sus hijos a edades muy tempranas, y sin una pareja que les apoyara, las hijas de éstas suelen repetir la historia. ¿Por qué? porque no han recibido la información que se requiere para concientizarlas de la enorme responsabilidad que implica procrear y responsabilizarse de dar a los hijos no solo alimento, vestido y techo, sino también educación que les permita salir del círculo de la pobreza.
Saludos Dr. Ramiro.
Los casos que pueden ser presentado ahora la tendencia del embarazo en adolescentes, que puede ser asociada a múltiples variables puede atenderse a través de los mismos, uno de ellos como ya hemos platicado la educación; recordando en estos aspectos los hechos antropológicos de estos fenómenos, me recuerda un poco a un trabajo de Oscar Lewis, como los hijos de Sanchez y Antropología de la pobreza.
Como sabemos, son múltiples las causas y es un fenómeno complejo que no solo debe ser estudiado sino entendido y condicionar políticas especificas de salud, ante este destino que nos esta alcanzando.