El pasado 9 de febrero, en el Programa El Refugio de los Conspiradores conducido por Don Francisco Martín Moreno, con la participación de Doña Isabel Revuelta, Don Alejandro Rosas y Don Benito Taibo, se trató un tema de enorme interés para todos los mexicanos pero que la Historia Oficial de México durante largo tiempo ocultó: la lucha contra el reeleccionismo que, en este caso, abanderó mi abuelo, el General de División Arnulfo R. Gómez, en la campaña presidencial de 1928.
El objetivo de esta lucha era evitar la violación al principio de Sufragio Efectivo No Reelección, mismo que dio origen a la Revolución Mexicana y que había costado la vida a más de 1 millón de mexicanos partidarios de la democracia.
El deseo de Álvaro Obregón de reelegirse representaba el regreso al poder de la reacción y la continuidad en el proceso de corrupción en nuestro país, misma que se había iniciado y propiciado enormemente durante el periodo 1920-1924 en que Obregón estuvo al frente del Poder Ejecutivo, y que continuó durante el “Gobierno” de Plutarco Elías Calles, su pelele, debido al miedo terrible que Calles le tenía a Obregón, quien era el que realmente continuó mandando en el periodo 1924-1928.
Hay que señalar que el mismo Obregón denostaba a Calles poniéndole el mote de Plutarco Elías “Corres” y el de “Teniente Correlón”, pues lo consideraba un ente muy pusilánime y agachón. Tras la derrota que Calles sufrió en la batalla de Naco, Obregón señaló: Ése no se acerca al peligro. Va a pedirle chiche a Arnulfo R. Gómez para que lo ayude.
Esto daba una idea clara del pobre concepto que Obregón tenía de Calles y un reconocimiento explícito de la capacidad y méritos del General Arnulfo R. Gómez.
La diarquía Obregón-Calles propició la traición al ideal revolucionario de Sufragio Efectivo No Reelección, al promover la modificación a la Constitución Mexicana, además de que ambos personajes encarnaban de una manera total al surgimiento e institucionalización del dedazo y la corrupción en nuestro país, mismos que querían mantener en su provecho.
Al final lo lograron a sangre y fuego utilizando como su instrumento a Joaquín Amaro, el único analfabeta que ha sido titular de lo que hoy es la Secretaría de la Defensa Nacional y que, por sus enormes deficiencias educativas y culturales, carecía de principios y valores.
En este periodo, se asesinó a un total de 26 generales, numerosos militares y civiles, además de que otros personajes sufrieron persecución y destierro para para poder salvar su vida.
Al respecto me permito enviarles unos comentarios que complementan la información que presentaron en el programa y que estoy seguro ayudará al deseo que mostraron de dar a conocer adecuadamente la Historia de México, más allá de lo que han vivido los mexicanos engañados por la Historia Oficial de México durante más de 90 años.
El nombre completo de mi abuelo era Arnulfo Robles Gómez ya que, siendo originario de Navojoa (Sonora), normalmente se utilizaba el apellido de la madre como inicial intermedia, por eso su nombre siempre apareció como Arnulfo R. Gómez. Su sobrino, quien también fue asesinado en la misma fecha, 5 de noviembre de 1927, era Francisco Gómez Vizcarra, pues era hijo de la hermana de mi abuelo, Soledad, y su nombre, formalmente, era Francisco G. Vizcarra.
Empezaré por decir que mi abuelo siempre se negó a participar en política, situación que él señaló como un deber del militar de no participar en política, principio que incluyó en su libro El Centinela, publicado con 1924; por eso durante toda su carrera militar que inició el 20 de abril de 1911, se dedicó enteramente a su profesión y al estudio de la milicia.
Como resultado de su extraordinaria carrera militar en la que recorrió todo el escalafón militar y participó en 22 campañas militares y 71 hechos de armas, realizó muy valiosas aportaciones para la reestructuración, institucionalización y modernización del Ejército Nacional Mexicano.
Por eso, el entonces presidente de la República Álvaro Obregón, decretó la creación del Trofeo Copa General Arnulfo R. Gómez, el 16 de septiembre de 1923, a fin de premiar la Excelencia en el Ejército Nacional Mexicano.
Sus investigaciones en relación con la milicia fueron nutridos con un viaje de estudios que realizó en el año de 1925, mismo que incluyó la visita a la Academias Militares de West Point, Fort Bening y Fort Riley en Estados Unidos, así como a las principales academias e instituciones militares en Alemania, Bélgica, España, Francia e Italia, lo que el 15 de enero de 1926 en su libro Estudios militares, le permitió hacer una serie de 43 propuestas que incluyeron como elemento básico, la creación de la Escuela Superior de Guerra misma que, en el año 1932, cuando su idea se puso en práctica, Joaquín Amaro la presentó como idea suya, lo cual confirma la imagen de barbaján e impostor que se tenía de Amaro al ser el primer y único analfabeta que ha sido titular de lo que hoy se conoce como la SEDENA.
Sobre la sucesión presidencial para 1928, la renombrada y extraordinaria historiadora doctora Doralicia Carmona nos dice:
En el año de 1927, el general de división Arnulfo R. Gómez ya era parte del grupo en el poder y podía aspirar -se diría ahora- a una vida de éxitos, y hasta de riquezas, si se corrompía como muchos otros revolucionarios lo hicieron. Es entonces cuando tuvo que enfrentar la decisión que le costaría la vida.
Al general Gómez le hubiera bastado celebrar el regreso de Obregón a la presidencia de la República y continuar con la carrera político-militar que éste le señalara. Pero a diferencia de revolucionarios libres de sospecha de traición a la Revolución, que apoyaron la reelección de Obregón, el General Arnulfo R. Gómez la rechazó tajantemente, con lo cual ganó enorme popularidad entre los intelectuales y políticos mexicanos, y por esa razón un nutrido grupo de asociaciones políticas, culturales y sociales lo postuló como candidato a la Presidencia de la República del Partido Nacional Antirreeleccionista el día 23 de junio de 1927.
Días después, Obregón confirmó su deseo de participar en la contienda para reelegirse y un mes más tarde, el 23 de Julio de 1927, Francisco R. Serrano lanzó su candidatura a través de un Manifiesto a la Nación atendiendo más a una ambición personal que a un verdadero proyecto democrático y de desarrollo del país.
Su participación en este proceso democrático se caracterizó por una candidez y frivolidad enorme, pensando que “la amistad” que sostenía con Álvaro Obregón le favorecería. Incluso, alardeó de una asonada que Álvaro Obregón aprovechó para liquidarlo, y que dio origen a una cacería de brujas en la que también se asesinó al General Gómez, a pesar de que mi abuelo nunca estuvo de acuerdo y menos inmiscuido en este movimiento armado que había planeado Serrano con otros militares amigos suyos.
La Doctora Doralicia Carmona también nos dice:
En 1954, John F. Kennedy, futuro presidente de los Estados Unidos, escribió el libro “Perfiles de Valor”, con biografías de senadores norteamericanos que en su momento fueron capaces de decidir conforme a su conciencia, sin importar riesgos o consecuencias en sus carreras políticas y hasta en contra de sus intereses personales. Hombres que tuvieron valor: esa cualidad del alma que mueve a acometer grandes empresas o a arrostrar sin miedo los peligros.
Ese valor lo tuvo el general Gómez. Ese valor que exaltó Kennedy. Algo tan escaso en la clase política que nos ha tocado sufrir, y que sólo poseen quienes tienen gran calidad moral y determinación inquebrantable porque actúan libres de ataduras económicas, familiares o de complicidad y se guardan gran respeto a sí mismos y a sus semejantes.
Aunque en la actualidad la causa de la no reelección fuera obsoleta, Arnulfo R. Gómez, por su actuación valiente y digna ante una inminente imposición autoritaria y avasallante, merecería ser parte de nuestra historia.
La historia registra las acciones heroicas de los grandes hombres y está obligada a recordarnos lo que los políticos mediocres o corruptos desearían que el pueblo olvidara: que las mayores virtudes de un buen gobernante han sido, son y serán la valentía, la honestidad, la integridad, la dignidad y la sabiduría. ¡Que el verdadero estadista gobierna con su propio ejemplo! Nunca con mercadotecnia política, grandes mentiras, violencia o corrupción.
El candidato Gómez propuso en su plataforma electoral: “hacer que el principio de No-Reelección rija para todo funcionario de elección popular… Implantación del voto proporcional como reforma inmediata para lograr la representación de mayorías y minorías… abstención del Ejecutivo Federal en las luchas electorales y cuestiones políticas locales de los Estados”, la reorganización del sistema electoral y el castigo a delitos electorales cometidos por funcionarios y empleados federales.
Por eso, el Programa del General Arnulfo R. Gómez incluía una serie de ideas y medidas políticas, económicas y sociales que hablaban de un Proyecto de Nación muy claro y que, desgraciadamente, sostenerlas le costó la vida. Sin embargo, esas propuestas se fueron instrumentando a lo largo de 90 años –con enormes distorsiones– entre las que destacan una reforma educativa con un proceso de capacitación y adiestramiento de la mano de obra; la autonomía de la Universidad; la creación del servicio civil de carrera; los diputados plurinominales; el combate preventivo de la corrupción, la ley de profesiones etc.; independientemente de que en este programa también incluyo propuestas para un mejor desarrollo del Instituto Armado.
Es importante señalar que mi abuelo nunca pidió la aprobación de Calles para participar en la contienda, su determinación era firme, pues desde joven había luchado por la causa democrática; inclusive, ya había un desacuerdo con Calles porque éste mostró una enorme cobardía y un sometimiento total a Obregón, favoreciendo su traición a los principios revolucionarios al propiciar las condiciones para la reelección de Obregón; por el contrario, Calles trató de convencer al General Gómez para que no participara en la contienda electoral y le ofreció, conjuntamente con Obregón, la Gubernatura de Baja California.
El ofrecimiento de Calles, con la anuencia de Obregón textualmente fue: Olvídate de la democracia y esas cosas, te ofrecemos ser Gobernador de Baja California, te puedes hacer millonario, tan rico como Abelardo (Abelardo L. Rodríguez),quien durante su gestión como gobernador del Baja California propició todo género de alianzas con la mafia norteamericana para la construcción de casinos, la siembra de amapola, el juego, el tráfico de alcohol y drogas, motivo por el cual, cuando llegó a la Presidencia de la República apoyado por Calles, fue conocido mundialmente como el Primer Presidente Mafioso de América Latina.
La entrevista que mi abuelo tuvo con Obregón en Sonora fue un desafortunado evento promovido por Calles por órdenes de Obregón, “aprovechando” el viaje que mi abuelo realizó a Los Ángeles para visitar a su familia, que temporalmente residía en esa ciudad para evitar cualquier problema con la situación que se podía presentar en México por las elecciones.
La entrevista que mi abuelo tuvo con Obregón también la gestionó el General e Ingeniero Juan de Dios Bátiz, su amigo, partidario y gobernador de Sinaloa a instancias de Calles. Al final de la entrevista, en la que mi abuelo se negó llegar a un acuerdo de sometimiento con Obregón, señaló que la actitud demencial que presentaba “El Manco”, muy probablemente era originada por la avanzada sífilis que padecía.
Al salir de la entrevista con Obregón, mi abuelo empezó a sentirse indispuesto, pues había sido envenenado en dicha reunión y sólo se salvó de morir porque al llegar a Los Ángeles fue atendido por un médico de origen chino.
La tesis del grupo de historiadores del Curso de Profesores de Historia Militar y las Fuerzas Armadas (2017/3ª) con el título Las Propuestas de Modernización y Profesionalización del Ejército Nacional del General Arnulfo R. Gómez, que en sus conclusiones señala que: fue a partir de diciembre de 1924 con el gobierno de Plutarco Elías Calles, que se intensificaron los trabajos sobre la profesionalización global de las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea) y fue durante esta etapa en la que nuestra hipótesis tiene su justificación, pues, algunos de los logros que fueron alcanzados tienen semejanza con las propuestas que realizó el General Arnulfo R. Gómez, aunque habrá que mencionar que el crédito por ello nunca fue reconocido a dicho personaje.
Sin duda, una aportación extraordinaria que ha sido posible conocer gracias a la revisión que se ha realizado por la apertura establecida para consultar los archivos de la SEDENA, durante la gestión del General Salvador Cienfuegos al frente del Instituto Armado, que debe ser reconocida por el Ejército Nacional Mexicano, pues el General de División Arnulfo R. Gómez se constituye como un verdadero Orgullo y Modelo del Ejército Nacional Mexicano, al ser su auténtico forjador y modernizador.
El General Gómez resulta un personaje emblemático para el Ejército Mexicano porque sus propuestas fueron más allá del ámbito meramente militar, alcanzando amplias repercusiones en la sociedad, entre las que destaca la propuesta para alfabetización de todos los efectivos y la capacitación de la mano de obra en actividades técnicas.
Asimismo, la Secretaría de la Defensa Nacional bajo el mando del General de División Luis Cresencio Sandoval González, también ha mostrado enorme interés en las publicaciones que he elaborado y que difieren de lo que durante muchos años apareció como Historia Oficial de México.
La Secretaría de la Defensa, atendiendo los principios de la 4ª Transformación, debe hacer una revisión de los dogmas establecidos en el Instituto Armado por parte de personas sin principios ni valores que crearon un sistema que, durante más de 90 años, ha venerado como héroes a verdaderos delincuentes, cobijados por el régimen creado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Joaquín Amaro, en el que imperó la corrupción como forma de gobierno y le dieron al Ejército Nacional Mexicano la característica de represor y servidor de intereses espurios.
Agradezco infinitamente a los distinguidos participantes del Programa El Refugio de los Conspiradores su interés por dar a conocer la verdadera Historia de México y los felicito por enfrentar tan valientemente a la Historia Oficial.
Especialmente les agradezco sus referencias hacia mi abuelo, mostrando una faceta que nos habla de un militar verdadero con ética, principios y valores que no sólo se preocupó por la reestructuración, institucionalización y modernización del Ejército Nacional, sino que realizó propuestas que rebasaron la esfera militar, abarcando aspectos muy importantes de la vida política, social y económica del país con el fin último de generar bienestar para el pueblo mexicano.
Finalmente, me permito señalar que, casualmente, la fecha de ascenso de mi abuelo a General de División fue el día 24 de febrero de 1924, cuando solamente contaba con 34 años de edad.
Fue una persona culta que hablaba español, inglés y francés, además de que entendía el yaqui.
En la fecha en que fue asesinado, el 5 de noviembre de 1927, mi abuelo sólo tenía 37 años de edad.
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