He comentado aquí muchas veces la importancia de ver a la innovación como un proceso que resuelve problemas; me gusta tener una visión que va más allá del mercado y de la búsqueda de la ganancia. Sin embargo, es inevitable reconocer que muchas de las grandes investigaciones y desarrollos están soportadas por las grandes farmacéuticas con la única finalidad de obtener ganancias, es por ello que gran parte de la I+D se ha concentrado en las enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y la hipertensión, las cuales por sus características requieren de tratamientos de por vida que por lo regular son costosos.
Hay otra serie de enfermedades denominadas raras, las cuales no son atendidas por los grandes laboratorios médicos ya que requieren de inversiones considerables y poco rentables por el número de enfermos. Otras más son enfermedades localizadas, regionales o de países en desarrollo, las cuales no representan tampoco ninguna oportunidad de ganancia y la I+D termina en manos de los laboratorios públicos que en la mayoría de las ocasiones no cuentan con los recursos ni infraestructura necesaria para llegar a los pacientes.
En medio de todo el complejo mundo de la salud y el desarrollo de fármacos y tratamientos les quiero hablar de una enfermedad no tan rara, ni poco frecuente, pero sí desconocida para muchos. Y aprovecho la oportunidad porque en marzo de cada año se realizan en todo el mundo campañas de difusión y concientización sobre su importancia y los problemas relacionados con su padecimiento. Además, ayer fue el Día de la mujer y qué mejor manera de conmemorar que poner en la discusión un tema que a muchas de ellas preocupa y ocupa.
La endometriosis es una enfermedad que ataca a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva y productiva a lo largo del mundo. Como parte del ciclo reproductivo, cada mes las mujeres se preparan para una posible fecundación; ello provoca que en el útero se revista con un tejido denominado endometrio, si el óvulo no es fecundado entonces el tejido se desprende y sale durante el periodo que conocemos como menstruación. La endometriosis es una enfermedad en la que el tejido endometrial crece fuera del útero, como en los ovarios, intestinos, recto, vejiga o pelvis. No soy médica, pero lo que entiendo hasta ahora es que ese tejido está compuesto por células, las células se alojan en muy diversos lugares y no se sabe a ciencia cierta qué lo provoca. Hay diversas teorías sobre el tema, la más conocida es llamada como el efecto de la menstruación retrograda, lo que quiere decir que por una razón desconocida la menstruación (que contiene tejido endometrial) no sale por las trompas de Falopio cada mes, sino que se regresa a través de ellas y se va adhiriendo a distintos órganos, con el tiempo ese tejido va adhiriendo más células y se reproducen, así se forman tumores endometriales, los cuales pueden llegar a ser muy grandes y causar dolores incapacitantes. Algunos investigadores han lanzado como hipótesis que puede deberse a fallas en el sistema inmune, aunque no se conoce la correspondencia, puede ser que un sistema inmune débil permita la enfermedad o viceversa. De hecho, también algunos médicos consideran la herencia como una posible causa.
La endometriosis tiene un comportamiento muy parecido al cáncer, sin llegar a matar, pero sin duda afecta la calidad de vida de las pacientes lo que impacta en muy diversos ámbitos. Ya dije que causa dolores fuertes, los cuales en muchas ocasiones les impiden a las mujeres llevar una vida común y corriente, trabajar se vuelve complicado porque recurrentemente son incapacitadas, sufren de cansancio crónico por temporadas o constantemente, además de que impacta en sus vidas personales ya que una de las consecuencias más graves es la infertilidad ya sea por la presencia de tumores o por la pérdida de órganos durante los diversos tratamientos, ya que en muchas ocasiones los médicos optan por sugerir la histerectomía. Hay diversos grados de afección y puede ser mínima o severa. En fin, que como puede darse cuenta, es una enfermedad relacionada con el ciclo hormonal, por lo que la alimentación, el contexto, la contaminación y demás factores pueden influir negativamente.
Lo preocupante es que a pesar del número de mujeres que la presentan a nivel mundial, son muy pocos los avances de investigación y más preocupante aún es que no se cuenta con tratamientos poco invasivos ya que hasta ahora la mejor manera de diagnosticar es mediante una laparoscopia, lo que en sí mismo es un problema ya que los servicios públicos de salud no están dispuestos a hacer una intervención de este tipo sólo para confirmar un diagnóstico, de manera que las mujeres deben de contar con seguros médicos privados o sufrir el viacrucis que se agrega al que han sufrido por años al no tener un diagnóstico certero. Y menciono esto porque el tiempo promedio para que una mujer sepa que lo que está padeciendo es esta enfermedad, lleva en promedio 10 años de un ir y venir con ginecólogos, médicos generales, gastroenterólogos, etcétera. Y esto es así porque lamentablemente los ginecólogos minimizan el dolor que presentan las mujeres al considerarlo “normal” y porque muchas veces confunden los dolores pélvicos con gastritis o colitis.
Me pregunto por qué las grandes farmacéuticas no están interesadas en estudiar esta enfermedad, por qué los institutos de salud pública tampoco y por qué no hay una verdadera política pública que ponga atención a un tema tan relevante, ¿acaso será por qué no hay muertes? ¿por qué es una enfermedad de “mujeres”? ¿por desconocimiento? No lo sé, pero desde hace años me he dado a la tarea de visibilizar un tema que nos afecta a más mujeres de las que ustedes creerían. Parte de la labor científica debe ser la difusión y la información, es por ello que el día de hoy me tomé el atrevimiento de compartir con ustedes que, si conocen a alguna mujer que presente dolores menstruales fuertes y/o incapacitantes, dolores durante las relaciones sexuales, sangrados anormales, problemas digestivos recurrentes (estreñimiento o diarrea), infertilidad y cansancio, no duden en visitar a su médico y si no están conformes con el tratamiento y diagnóstico, sigan buscando.
En México conozco por lo menos dos organizaciones civiles (Endometriosis México y Juntos Forjando un Mundo Mejor A.C.) que buscan informar y concientizar a la población de lo que significa esta enfermedad en la vida de las mujeres y de sus familias. Pero, sobre todo, los invito a reflexionar sobre la importancia de la investigación y desarrollo de soluciones en enfermedades que no son bien atendidas, los invito a inconformarse y a proponer soluciones, las cuales no dependen ni son responsabilidad únicamente de las mujeres.