Por considerarlo de interés a continuación me es grato transmitir el Mensaje del presidente del Consejo Directivo del Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, Licenciado Valentín Díez Morodo, con motivo de la presentación del Índice de Competitividad Mundial 2019.
México es un país que cuenta con varios elementos clave para prosperar. Es rico en recursos naturales: ocupa el 1% del territorio global, pero acumula el 10% de la diversidad biológica;[1] en los últimos años ha destacado su estabilidad macroeconómica; además, en febrero de 2019 fue considerado como uno de los 10 destinos más atractivos en el mundo para invertir, según la firma de consultoría PwC.
A pesar de ello, México es el país número 74 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Aunque la calificación lo posiciona en un nivel de desarrollo alto, está por debajo de otros países latinoamericanos como Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica.
En parte, este resultado se debe a un reto que han enfrentado varias administraciones: cómo proveer servicios de calidad para toda la población. Servicios básicos para el desarrollo de las familias como agua potable y saneamiento, vivienda, salud, educación, protección social, energía, justicia, entre otros.
Aunque varios gobiernos han ofrecido estos servicios de manera pública, su calidad es heterogénea y han abierto brechas entre diferentes poblaciones que no se pueden cerrar de la noche a la mañana. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2016, el 46% de los habitantes del norte del país reportaron tener acceso a instituciones de salud, en contraste con el 25% de los residentes del sur. En educación, el 46% de las primarias indígenas multigrado no tienen suficiente mobiliario en aula para todos los alumnos, en comparación con el 22% de las primarias generales.
Desde la creación del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), hace 16 años, la organización ha estudiado, propuesto y contribuido a la discusión pública con el objetivo de mejorar los servicios públicos de nuestro país. El principal reflejo de ello son sus índices de competitividad a nivel federal, estatal y municipal, además de proyectos y herramientas que ofrecen recomendaciones para resolver retos que afectan el desarrollo de los mexicanos.
En educación, el IMCO ha abordado temas que van desde el preescolar hasta la universidad. Sus propuestas se han centrado alrededor de los procesos de transparencia y rendición de cuentas que pueden contribuir a que el sistema educativo incremente la calidad de los servicios que ofrece a los mexicanos.
En salud, el IMCO ha seguido diferentes ángulos del sector. Ha manifestado la necesidad de tener un sistema con mayor financiamiento, con un proceso de compras de medicamentos más eficiente, con mayor acceso real a servicios y con indicadores de calidad. También ha insistido en la necesidad imperiosa de alcanzar un sistema de seguridad social universal.
En Estado de derecho, el IMCO ha trabajado en el diseño de mecanismos de evaluación de desempeño de instituciones vinculadas en procuración de justicia, obra pública, adquisiciones, mejora regulatoria y justicia laboral, a partir de evidencia documentada. Esto ha permitido contar con información que ha posicionado a la institución como referente en discusiones públicas ante representantes del Poder Ejecutivo y Legislativo de los órdenes federal y estatal.
La novena edición del Índice de Competitividad Internacional es un esfuerzo orientado a lograr servicios de calidad a favor de los mexicanos. La sección analítica del libro se compone de 10 ensayos en los que se describen las brechas en la provisión de algunos servicios públicos, así como las propuestas para corregirlas y avanzar hacia un crecimiento más inclusivo.
La sección cuantitativa del informe describe la capacidad que tienen 43 países, incluido México, para generar, atraer y retener talento e inversión, a través de 126 indicadores repartidos en 10 subíndices. Este índice sigue una metodología transparente, accesible y pública para cualquier interesado y se compone de indicadores que provienen de fuentes de prestigio neutrales.
En conjunto, y como ha sido el objetivo desde la primera edición de este ambicioso proyecto institucional, ambas secciones persiguen un fin común: identificar las fortalezas y desafíos que enfrenta México, así como ofrecer herramientas para robustecer el debate en torno a la toma de decisiones de política pública.
Lic. Valentín Diez Morodo.
Presidente del Consejo Directivo del IMCO.
También incluyo el cuadro comparativo del Índice de Competitividad realizado por el IMCO en el cual se sitúa a México en el lugar número 34 de un total de 43 países, así como la Base de Datos que se utilizó para elaborar el informe y en el cual se hace referencia a la conclusión que nos dice México: sueños sin oportunidad. El estudio completo puede ser consultado en la página de IMCO.
[1] The Economics of Ecosystem and Biodiversity: “La importancia de la biodiversidad para México“. (Consultado el 07/11/19)