No es fácil entender que un hombre mayor, argentino, enloquezca a más de 4 millones de jóvenes reunidos en Brasil, provenientes de 175 naciones distintas de los cuales más de 5 mil son mexicanos, si no es un rockstar ni reparte droga.
Se trata de la Jornada Mundial de la Juventud, evento organizado por la Iglesia Católica cada dos años que convoca a los jóvenes de todo el mundo en torno a la figura del Papa.[La iniciativa tuvo su origen en la idea del papa Paulo VI que en el Año Santo de 1975 reunió en Roma a varios miles de jóvenes en representación de numerosos países, a la cual asistí para hacer mi crónica, con miles de mexicanos.
No es fácil cubrir esos eventos en los que sucede siempre algo fascinante. En Brasil de algún modo el Papa Francisco dio inicio a la Jornada publicando en su cuenta de twitter el 22 de julio: Llego a Río en unas horas y mi corazón está lleno de gozo porque dentro de poco estaré con ustedes para celebrar la XXVIII JMJ.
Posteriormente ya en Brasil el día 23 publicó en su Twitter, por que este año, como nunca antes, la jornada está en las Redes: Gracias. Gracias. Gracias a ustedes y a las autoridades por haberme dispensado una acogida tan cálida en tierra carioca.
Tres acontecimientos llamaron la atención en estos primeros días de la Jornada: la historia de la maestra Mexicana Angel de María, el primer llamado del Papa a los jóvenes y la legalización de la droga.
Una maestra mexicana que se dirigía gozosa a Brasil a estar con el Papa Francisco a la Jornada, por un evento en el que se mezcló la mentira, la droga y la inoperancia de las autoridades, terminó -siendo inocente- en una prisión de alta seguridad. Fue liberada por un grupo de jóvenes vivos y movidos que bajo el hashtag #liberÁDMe echaron a andar una campaña en redes y llamaron la atención de los medios y las autoridades que reconocieron su grave error y le dieron libertad.
La historia de esta chica encarna quizá la de muchos jóvenes mexicanos que en búsqueda de cosas mayores quedan atrapados por errores de mentira droga e inoperancia de autoridades quedan atrapados en dónde no quieren ni merecen estar.
Sorprendente la afirmación del Papa Francisco en su declaración sobre la legalización de la droga: “No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química, es, preciso, afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro”.
A Fox y su caterva de seguidores que insisten en la salida falsa de la legalización de la droga hay que recordarles que no es la solución porque no ataca la raíz del problema que en ningún caso es la droga misma sino el vacío que genera en sus vidas la falta de ideas, ideales y oportunidades para vivir.
Finalmente el Papa Francisco ha invitado a los jóvenes del mundo entero, desde Brasil a “estar cerca de Dios” y abandonar a los “ídolos que se colocan al lado de Dios: dinero, poder, éxito y placer”. Aseguró que todas las personas y los jóvenes experimentan fascinación de ídolos pasajeros que se colocan al lado de Dios y esas acciones “abren camino en el corazón de muchos a una sensación de soledad y vacío”.
Jornada para Jóvenes, mensajes también para adultos, para quienes no ven en los jóvenes más que consumidores a quienes llamo ‘mercaderes de muerte’ que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!
“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, dijo el Pontífice.